Esta semana fue una muy cargada de momentos relevantes en la vida política y social de nuestro país, pues se dio a conocer el veredicto del juicio de Genaro García Luna, fue aprobado en el senado el llamado “Plan B” referente a la reforma electoral y, como colofón, el domingo se esperan concentraciones en más de 75 ciudades del país para manifestarse a favor del Instituto Nacional Electoral. Y aunque el juicio del ex secretario de seguridad es un tema ajeno a la reforma del organismo electoral y a las manifestaciones, en la arena política mexicana todo es posible.
Al respecto, el miércoles en la tarde que se aprobó el “Plan B”, en el Senado se pudieron ver pancartas con la foto de García Luna como una imagen que da cuenta del sistema corrupto en México, así como los dichos del presidente López Obrador que ligan a este personaje con la convocatoria a la marcha que se llevará a cabo el próximo domingo: “Ustedes creen que el que venga el domingo a manifestarse en contra de nosotros, a apoyar a la corrupción, a Calderón, a García Luna, a Fox, ¿viene alegre, consciente de que está defendiendo una causa justa? Para eso es esa manifestación, para defender al viejo régimen corrupto”. mencionó en la conferencia matutina.
Ahora bien, sabemos los dotes en la construcción de narrativas y de la efectividad de la comunicación política del presidente, sin embargo estos temas, en primera mano, no se rosan. Las distintas manifestaciones programadas señalan lo que consideran un “austericidio” a la institución que ha dotado de veracidad a los comicios electorales en nuestro país, el INE, misma institución que goza de alta legitimidad por su profesionalismo y a la que el presidente tiene un rencor añejado desde el 2006, pero que nada tiene que ver con la secretaría de seguridad en el periodo terminado hace dos administraciones.
En este sentido, lo aprobado en días pasados en la Cámara Alta aviva el clamor social para defender al INE, su autonomía de acción y presupuesto para la operatividad de las jornadas electorales, las próximas estatales en Coahuila y Estado de México y, por supuesto, las presidenciales del 2024. Puesto que dicho recorte prevé una reducción de hasta 6 mil empleados del instituto electoral, lo que conlleva tener menos personal en casillas, incluso menos casillas de votación, así como menor personal especializado en la materia. La preocupación no es en vano, ya que muchos son los ejemplos de que la austeridad llevada al extremo en las instituciones puede socavarlas.
Así, en concordancia con dicho por el consejero presidente, Lorenzo Córdova, las consignas que veremos el domingo serán #ElVotoNoSeToca, #CiudadanosContraElPlanB, entre otros que se acumulen. Veremos si la narrativa para desestimar esta marcha hace mella o, como sucedió en noviembre, la oposición, organizaciones civiles y la ciudadanía toma las calles de las principales ciudades del país. Es importante la defensa de las instituciones y organismos autónomos y legítimas en nuestro país, pero es más importante defender los cimientos que dan certidumbre a los sufragios de la sociedad.
POR ADRIANA SARUR
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