"La verdad está amenazada por la desinformación y el discurso de odio que busca desdibujar las líneas entre la realidad y la ficción” dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en mayo pasado, durante la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, en un discurso pronunciado a principios de año, al inaugurar una Conferencia sobre manipulación e interferencia de información extranjera, advirtió que las guerras actuales no sólo las libran los soldados en el campo de batalla. También se libra en el espacio de la información, “tratando de ganarse los corazones y las mentes de las personas”. Agregó que esto no es nada nuevo, puesto que la propaganda y la desinformación fueron utilizadas intensamente por Goebbels durante la Segunda Guerra Mundial, agregando que lo nuevo hoy es la intensidad, el volumen y los instrumentos. En efecto, en aquel entonces no había Internet ni herramientas de redes sociales.
Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la actualidad menos de una cuarta parte de los ciudadanos confían en sus medios de comunicación y suponen que los periodistas, gobiernos y líderes políticos los engañan intencionalmente. La fuente de tales encuestas es Edelman, una agencia mundial de comunicación con 23 años de experiencia en estudios de confianza, cuyo reporte fue realizado levantando una encuesta a 36,000 participantes en 28 países, incluyendo México.
El Edelman Trust Barometer contiene un análisis global y otro correspondiente a América Latina. En nuestra región, el estudio afirma que ha disminuido notablemente la confianza en el gobierno y los medios, aunque estima que las empresas y organizaciones no gubernamentales son más confiables.
El reporte global y las conclusiones correspondientes a 2023 son aún más inquietantes, mostrando un mundo cada vez más dividido. Según Elderman, la falta de confianza en las instituciones a raíz de la incertidumbre y ansiedad en torno a la economía, la desinformación, las divisiones de clase y las fallas de los liderazgos nos han llevado a una situación de gran polarización social. 53% de las personas encuestadas mundialmente estiman que sus países están mucho más divididos que en el pasado.
Así, la gente ahora teme por su futuro económico sin una red de seguridad y confianza. Solo el 40% de los encuestados dice que ellos y sus familias estarán mejor en cinco años, una disminución de 10 puntos con respecto a 2022.
En este contexto, coincido con la OCDE en el sentido de que para restaurar la confianza de las personas en la información que consumen, se necesita un nuevo modelo de gobernanza global que establezca un enfoque que abarque a toda la sociedad para combatir la información errónea y la desinformación y preservar la libertad de expresión. Sobre estas discusiones internacionales volveremos la semana próxima.
POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO DE MÉXICO Y EXSUBSECETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
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