Cuando hay oportunidades de demostrar que “no son iguales”, vaya que en Morena se esmeran en decepcionarnos. ¿Cómo explicar que, en una Cámara de Diputados paritaria, se haya decidido evitar que Cuauhtémoc Blanco enfrente como ciudadano común las acusaciones por presunto abuso sexual en grado de tentativa contra su media hermana?
El argumento oficial para desechar el juicio de procedencia contra Blanco se basa en que la carpeta de investigación, integrada por el exfiscal de Morelos Uriel Carmona, no era sólida. Sin embargo, la Cámara baja no debía decidir sobre su culpabilidad o inocencia, sino permitir el proceso judicial y dejar que la fiscalía estatal realizara las diligencias correspondientes.
Con el ánimo a tope y los señalamientos de que hubo un acuerdo pactado con el PRI para alcanzar la mayoría absoluta (supuestamente para proteger también del desafuero a “Alito” Moreno), Morena llegó al pleno fragmentado en varios frentes. Monreal calificó como “heroínas temporales” a las legisladoras de su partido que no respaldaron la exoneración, acusándolas de alinearse con la oposición para confrontar y dividir al partido oficial.
La ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, Gabriela Jiménez, María Teresa Ealy y Meggie Salgado rompieron el pacto y votaron en contra de la exoneración, alineándose con la premisa de que Blanco debe presentarse ante la fiscalía estatal sin el fuero.
En una paradoja que retrata a Morena de cuerpo entero, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar presentó a destiempo una reforma para eliminar el fuero de legisladores y gobernadores, justo después de haber votado en contra del desafuero de Cuauhtémoc Blanco. Un pésimo timing.
Los gritos de “¡No estás solo!” cuando Blanco subió a la tribuna quedarán como prueba de que los acuerdos políticos se impusieron sobre la justicia. Fue vergonzoso ver como “la izquierda feminista” sucumbió.
La presidenta Claudia Sheinbaum salió a hacer control de daños, trasladando la responsabilidad a la fiscalía de Morelos y pidiendo que se integre una nueva carpeta bajo el nuevo fiscal. Lo mismo hizo la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde. Quien parece entender mejor el problema es el vocero de los diputados de Morena, quien aclaró que el fuero no protege a Blanco de estos delitos y que, si es culpable, podría ser encarcelado.
En realidad, lo que la mayoría de los diputados hicieron fue comprarle tiempo a Cuauhtémoc Blanco. Hoy enfrenta acusaciones de abuso sexual, pero también acumula denuncias por desvío de recursos, lavado de dinero, vínculos con el crimen organizado, enriquecimiento ilícito y otros delitos.
¿Hasta dónde lo van a proteger? Morena y sus aliados políticos son muy generosos a la hora de blindar a los suyos de la acción de la justicia. En el pasado sexenio, fueron contados los casos de funcionarios electos a los que se les retiró el fuero. No hay indicios que en el actual las cosas puedan cambiar, aun con el costo de defraudar a las mujeres.
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@carloszup
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