COLUMNA INVITADA

Japón: Del pacifismo de la posguerra al rearme contemporáneo

En el contexto actual de la guerra en Ucrania, los acercamientos entre Rusia, China y Corea del Norte, replantea la necesidad de sacar a Japón de la esfera de confort en la que ha vivido desde 1945

OPINIÓN

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Juan Luis González Alcántara / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A principios de 1983 escribí un artículo en el que señalaba la posición pacifista internacional del Japón durante la posguerra. No podía ser de otro modo: se trataba de una nación vencida y restringida acorde a las condiciones impuestas por los Estados Unidos de América, siendo éstos los más interesados en acotar el militarismo exacerbado demostrado por Japón desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta 1945.

Asimismo, bajo la impronta americana del General MacArthur, Japón produjo un esquema constitucional apegado al modelo norteamericano; dicho de otro modo, a pesar de ser geográficamente parte del llamado Lejano Oriente, en realidad, el archipiélago nipón se occidentalizó.

Refería también hace cuarenta años que, sin dejar de reconocerle al pueblo japonés la disciplina de trabajo que los hizo salir avante en un contexto de franca destrucción material y desmoralización, tal éxito se debía a lo que llamé un “pacifismo cómodo”. Como tal me refería a la posición tan fácil de Japón de depender de los Estados Unidos para efectos de la defensa militar del país. Pero que, pasadas ya varias décadas en las que Japón demostró ser, más que con suficiencia, una de las potencias económicas mundiales, era el momento de que Tokio asumiera los costos presupuestarios y de inversión para un posible rearme.

El tiempo me ha dado la razón. 

Durante la gestión de Trump en el estilo nada sutil del presidente norteamericano se les dijo directamente a los japoneses que tal tutela militar tendría un costo monetario. Esta medida no es la más adecuada pues es una especie sofisticada de paga de mercenarios de alto nivel. La medida correcta, en mi opinión, es el rearme sólo para efectos de defensa frente a los posibles ataques –cada vez más reales–de Corea del Norte. Dicho de botepronto algo así cimbra la idea del pacifismo y a los valores decantados tras la Segunda Guerra Mundial, no sólo con Japón, sino con la propia Alemania.

Pero lo que acabo de decir no es nada nuevo, ni descabellado. En el momento más crítico de la Guerra Fría, tras la división de Alemania en dos esferas de influencia, Occidente no tuvo más remedio que rearmar dosificadamente a la Alemania federal como primera línea del frente en caso de un avance militar por parte de la Unión Soviética mediante el uso de sus peones en la Alemania
democrática.

En el contexto actual de la guerra en Ucrania, los acercamientos entre Rusia, China y Corea del Norte, replantea la necesidad de sacar a Japón de la esfera de confort en la que ha vivido desde 1945. Además, debe reconocerse que, para Estados Unidos la preocupación no está en Europa, sino en el Pacífico. 

Por lo tanto, Japón se ha despabilado. En diciembre pasado aprobó un documento denominado Estrategia de Seguridad Nacional, acorde con la tradición constitucional nipona del derecho a la autodefensa y con la intención de duplicar en 2023 el presupuesto destinado a cumplir las metas de dicha estrategia. 

Por fin, Japón salió de su “cómodo pacifismo”.

POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

LSN