MALOS MODOS

Uy, qué miedo

Señor presidente, confieso que me preocupa la llamada a consultas por el TMEC

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Señor presidente, confieso que me preocupa la llamada a consultas por el TMEC.

No es por usted: queda confirmado que es un genio de la política exterior. Entiendo y admiro esa estrategia en dos etapas, señor. Primero, dejar fuera de combate al enemigo. Brillante: es imposible que Biden se haya recuperado del monólogo de media hora que le recetó en aquel encuentro, y si se recuperó debe estar aterrado de volver a pasar por algo así. Enseguida, a la manera de un pavo real que exhibe su plumaje para intimidar a la competencia, usted, conocedor de las mayores profundidades de la mexicanidad, echó mano de lo mejor que tenemos, la cultura, y dio una muestra de dignidad nacional, de gallardía soberana, con una nueva referencia a –tiemblen, gringos– Chico Che. Hasta aquí, todo bien. Jaque mate. Queda confirmado lo que señalaron en su momento columnistas con tanto filo crítico como Jorge Zepeda Patterson: estamos ante un prodigio del juego geopolítico, un virtuoso capaz de las notas más exquisitas en la sinfonía del mundo.

Dicho lo anterior, hay motivos, repito, para preocuparse con lo de las consultas. Me preocupa la delegación mexicana. Por más que le doy vueltas, no veo quién puede representarnos con algo siquiera cercano a la dignidad republicana que ha desplegado usted en esta historia. Pa’pronto, presidente, tengo la impresión de que la punta lanza de nuestra delegación, la mejor carta, nuestra Michael Jordan, pues, va a ser Tatiana Clouthier. A partir de ahí, todo es declinar. ¿Octavio Romero? Sé que es un hombre de todas sus confianzas, pero ya ve que tiene ciertos problemas con el idioma, y no me refiero necesariamente al inglés. ¿El licenciado Bartlett? Híjole: al margen de que estará distraído con la epidemia de apagones, no vaya a ser cierto que la DEA quiere echarle el guante y México se las tenga que arreglar sin ese patriota. También debe andar distraída nuestra Rocío, con el sobreprecio que le está saliendo a Dos Bocas, las inundaciones y demás, aparte de que la ovación que seguro la espera, como aquella en la OPEP, le va a quitar seriedad a la negociación. ¿Lord Cacahuates? Un talentazo de la diplomacia, sin duda, pero ya sabe que cede a las tentaciones y puede perder el foco por aquello de guardar en el portafolio unos muffins en la hora del café o embaularse unos chetos gratis con salsa barbecue y una cocota, sin hablar del campo minado que le puede significar el buffet del hotel.

Así las cosas, señor, no sé si, al margen de cargarle la mano al canciller oootra vez, vamos a tener que recurrir a medidas desesperadas como poner a la gobernadora Sansores a bailarle a los gringos en hot pants, para distraer. Y la verdad, ahora sí: “Uy, qué miedo”.

Presidente: siga al doctor Patán para una crítica constructiva de nuestra política exterior.

POR JULIO PATÁN
COLUMNISTA
@JULIOPATAN09

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