Washington, D.C.- Será difícil que AMLO encuentre un entorno terso en su próximo viaje a esta ciudad. Los desplantes hacia su homólogo Joe Biden, su ausencia de la Cumbre de las Américas y su pleito con legisladores demócratas y republicanos han generado un ambiente hostil hacia el mandatario mexicano.
En su lado de la cancha, López Obrador manipula la conversación con distractores cada vez más delirantes, pero de este lado de la frontera no atienden los sermones cotidianos, sino los datos de la realidad, muy poco alentadores. Dos botones de muestra.
La oficina de investigaciones del Congreso norteamericano acaba de actualizar su informe “México: Crimen Organizado y Tráfico de Drogas”, destacando los pocos logros de la presente administración en la materia.
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“A pesar de sus promesas, el gobierno de López Obrador no ha sido constante en operativos antidrogas. Pasada ya la mitad de su sexenio, se han alcanzado pocas metas.”
“El Congreso norteamericano está preocupado por la violencia e inseguridad que están impactando el comercio legal entre México y Estados Unidos y provocan el desplazamiento y migración de poblaciones afectadas.”
Con esta información, el Congreso de EU está evaluando los montos y la efectividad de los apoyos comprometidos bajo el nuevo Entendimiento Bicentenario.
Las cifras récord de desapariciones y homicidios violentos, de periodistas y defensores de derechos humanos incluidos, están en la mira de los legisladores, que señalan la corrupción y fallas en el sistema judicial como causas de la persistente impunidad.
De seguir la tendencia de estos primeros años -dice el informe-, el sexenio de López Obrador será el más violento en la historia de México”. Y añade que, no obstante la fuerte retórica anti-corrupción, casos emblemáticos han quedado impunes y “un número creciente de escándalos tocan al entorno cercano al presidente“.
Un segundo tema es la ausencia de AMLO en la Cumbre de las Américas. El editorial del senador Bob Menéndez publicado ayer en Reforma deja en claro el costo de las malas decisiones de política exterior.
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“El no poder contar con el jefe de la tercera democracia más grande del hemisferio fue tan palpable como lamentable -señala Menéndez-. En última instancia, el capricho del presidente solo generó más dudas sobre la fiabilidad de México como socio en la lucha global en contra del retroceso democrático”, concluye el legislador demócrata, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano.
Desde afuera, México se ve mal y sin disposición para modificar estrategias fallidas. El informe del Congreso y el editorial del senador Menéndez muestran el deteriorado estado de la relación bilateral y la desconfianza con la que se mira al socio mexicano. El descrédito podrá ser para el presidente, pero las consecuencias las padecerá el país.
Sin resultados positivos dentro, y defendiendo dictaduras fuera, para el gobierno mexicano el clima no pinta bien.
POR VERÓNICA ORTIZ
@veronicaortizo
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