DAVOS, Suiza. España está de vuelta. El presidente del gobierno Pedro Sánchez hizo ayer uno de los mejores discursos promoviendo la unidad y la resistencia europea frente a la invasión de Rusia en Ucrania, por un lado; y desmenuzando la ambiciosa agenda de transformación para el resurgimiento de la economía de su país, por el otro.
Podría decirse que los socialistas españoles aprendieron la lección: Sánchez abrazó como ningún otro presidente del mundo hispanoparlante la economía circular, la sustentabilidad, la digitalización, la movilidad sustentable, la gestión hídrica, los vehículos conectados, los microelectrónicos y los semiconductores. Hacia España ya fluye la inversión en esas materias.
Los jefes de las corporaciones españolas arroparon su visita. Las cabezas de Iberdrola, Ferrovial, Telefónica, BBVA, y varios más parecen estar viviendo un idilio con el crecimiento económico español en este momento: el Presidente presumió un crecimiento de 6.4 por ciento en el primer trimestre y subrayó la previsión de PIB de 4.3 por ciento para 2022.
Dijo también que ya se toman previsiones para contener los precios de los energéticos y enfatizó la recuperación del turismo a niveles prepandemia.
Y es el turismo una de las grandes palancas de España, a tal grado que en el ranking de turismo liberado por el WEF dicho país obtuvo la máxima puntuación junto con Japón y EUA. En este ranking se clasifica a las naciones cuyo sector de viajes y turismo contribuye significativamente al desarrollo. México cayó seis posiciones y se clasificó en el lugar 40.
El mundo está en una transformación acelerada. Pedro Sánchez ya lo entendió, y comprende a cabalidad la relevancia de las asociaciones público-privadas. Y no solo eso. En medio de la reconfiguración geoeconómica Sánchez parece visualizar lo que podría ser una especie de ‘bloque hispanoamericano’, que vele por la autonomía y seguridad de ciertas naciones con lengua común:
“Es muy importante compartir con nuestros socios extranjeros, con los miembros de la comunidad Occidental, el hecho de que estos desafíos que ha lanzado (Vladimir) Putin afectan a todo el mundo. Esta es una crisis global y es importante que la comunidad internacional aísle a Putin. Esto es algo que yo personalmente hago al conversar con varios líderes latinoamericanos…”. ¿Será esta la primera idea de lo que podría ser un nuevo camino de integración iberoamericana? ¿Qué países podrían estar incluidos en ese bloque?
SANTANDER
Héctor Grisi, director para América del Norte de Santander, me dijo en Davos: “Tenemos una posición de capital arriba de 20 por ciento, aunado a una situación de liquidez bastante importante […] el crédito en Santander año contra año lo estamos creciendo a diez por ciento”, y aseguró que continúan analizando la oportunidad de adquirir Banamex.
POR CARLOS MOTA
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MAAZ
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