Cada día es más común escuchar empresarios que aplauden lo que definitivamente es el mejor proyecto de infraestructura del presidente Andrés Manuel López Obrador: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. En conversaciones de negocios se empieza a hablar del tema como un verdadero detonador de inversión en el sur del país, sobre todo si se toma en cuenta que la carga tardará únicamente seis horas en pasar del Océano Pacífico al Atlántico.
Lo que el Ejecutivo no presume mucho, quizá por no querer parecer neoliberal en el diseño de su política, es que este corredor está planteado para atraer inversionistas a través de incentivos fiscales, así como con infraestructura hídrica y seguridad. En México, esas tres condiciones suelen ser costos muy importantes para las empresas de logística y movilidad de mercancía, que en este proyecto serán disminuidos notoriamente porque el gobierno finalmente dispondrá de recursos para esos propósitos.
En otras palabras: mientras una empresa multinacional suele incurrir en costos de seguridad, pagar impuestos regulares y hacer malabares para obtener agua para sus procesos productivos, en el Corredor esos cobros tendrán una disminución notoria.
López Obrador aprendió bien de los neoliberales, aunque lo niegue. En los 10 parques industriales que se establecerán entre Coatzacoalcos y Salina Cruz habrá reducción de Impuesto Sobre la Renta, Impuesto al Valor Agregado, y de Impuesto Predial. Todo lo que el discurso neoliberal defiende estará aplicado en este proyecto del Presidente, tal como ocurría cuando existía ProMéxico y tal como ocurre en todo el mundo para atraer inversión.
Otro componente central del Corredor, que también podría calificarse como neoliberal, es algo que mucha gente le había exigido al presidente: se requiere del Estado de Derecho. Este atributo de cualquier proyecto de inversión también fue entendido por López Obrador, quien desde diciembre pasado reveló que los terrenos donde se instalarán los parques industriales, en superficies de 380 hectáreas cada uno, ya están en proceso de escrituración.
Esto es un reconocimiento explícito del Presidente de que, si alguien ha de destinar su dinero a un proyecto, exige y tiene derecho a contar con toda la fuerza de la ley respaldando su inversión. Imposible pensar en una empresa de autopartes o en una de componentes montando una fábrica en un lugar donde la población local pudiese reclamar repentinamente la propiedad del terreno.
EXPO ANTAD
Bien el arranque de Expo Antad & Agroalimentaria de Guadalajara, que se inauguró ayer. Las ventas estimadas del evento podrían llegar a 700 millones de dólares. Más de mil 100 empresas de 25 países están exponiendo productos. El presidente de la Antad, Vicente Yáñez, subrayó que la pandemia alteró los hábitos de compra del consumidor mexicano.
POR CARLOS MOTA
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