DESDE AFUERA

EU: Atorado entre extremos

Todo hace pensar que los republicanos aumenten sus números en el Congreso, en las próximas elecciones legislativas de noviembre

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si alguien cree que la virtual guerra civil política que se desarrolla hace ya años en Estados Unidos está cerca de terminar, está equivocado.

Cierto: a largo plazo la demografía trabaja para los demócratas, ya que la base de los republicanos –blancos, anglosajones protestantes– parece disminuir cada generación. Pero eso no quiere decir que sus componentes, como un amplio sector de los evangélicos, vayan simplemente a renunciar a sus creencias, o que los demócratas puedan por contra conquistar la simpatía del resto, minorías incluidas.

Por lo pronto, todo hace pensar como probable que los republicanos aumenten sus números en el Congreso, en las próximas elecciones legislativas de noviembre, en lo que marcaría virtualmente el inicio de dos años de batallas y el práctico final de la Presidencia de Joe Biden.

Los republicanos, que hoy son 208 frente a 221 demócratas en la Cámara baja y se dividen el senado 50-50 con el partido del presidente Biden, han hecho saber desde ya su oposición a la mayoría, sino todas, las promesas del actual gobierno, de una reforma migratoria a planes de economía y rescate del medio ambiente.

Nada nuevo bajo el sol. Los dos partidos han desarrollado posiciones y propuestas ideológicas opuestas al tiempo que han perdido capacidades de comunicarse y negociar entre ellos. La oposición era cerrada durante el gobierno del demócrata Bill Clinton y lo fue durante el régimen del republicano George W. Bush; la liberal Presidencia del demócrata Barack Obama dió entrada al revanchismo de derecha del republicano Donald Trump, que perdió la reelección ante el demócrata Joe Biden.

Pero Estados Unidos enfrenta una situación sin precedentes, con un Trump que no aceptó su derrota y aunque dos años después de los comicios no ha podido aportar prueba alguna, mantiene la lealtad de gran parte de los republicanos. Tanto que es visto como el más probable candidato presidencial de ese partido en 2024.

Algunos de los más febriles partidarios de Trump asaltaron el Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021, en un esfuerzo por obligar a los legisladores a revocar el resultado de las elecciones. Y de acuerdo con un comité investigador, tuvieron aliento desde el gobierno Trump, pero no hay certidumbre de que los principales promotores de la asonada sean acusados y enjuiciados. El problema de extremos no es único de los republicanos, aunque en el caso demócrata se refleja más en las demandas políticas de sectores de izquierda que parecen indiferentes a la reacción de votantes centristas.

Por lo pronto, 70 por ciento de los republicanos favorece que su posible futura mayoría legislativa busque la impugnación constitucional de Biden, en un remedo de los dos intentos demócratas de buscar la destitución legal de Trump. Fracasarán como aquellas, pero subrayarán la incapacidad de un gobierno dividido en un país polarizado, y obligará a Biden a gobernar por decreto, como sus predecesores. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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