COLUMNA INVITADA

El lado incorrecto de la historia

Los trabajadores de la salud sí han estado ahí para los mexicanos, a pesar de las carencias y el abandono

OPINIÓN

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Georgina Trujillo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La historia le ha dado múltiples oportunidades al Presidente para colocarse en posiciones privilegiadas, pero cada vez que se le han presentado, Andrés Manuel ha tenido el desatino de colocarse en el lado incorrecto de las causas que le permitirían trascender más allá de un sexenio.

En la lucha por la transparencia en el ejercicio del poder, él se ha puesto a favor de la opacidad. En la lucha contra la violencia hacia las mujeres se ha puesto en favor de quienes desdeñan el movimiento y lo tildan de conservador. En la causa por pacificar al país y aplicar justicia, él ha preferido dar abrazos a los criminales y aún utilizarlos con propósitos electorales.

Tampoco se ha puesto del lado de los niños con cáncer ante el desabasto de sus medicamentos. Constantemente ataca a las universidades y el derecho a la superación personal de la clase media. No le gusta la ciencia ni los científicos mexicanos, tampoco los deportistas, mucho menos los artistas y ambientalistas, sobre todo cuando se oponen a sus proyectos insignia.

El Presidente se ha enfrentado a casi cada sector de la sociedad civil. Aislado en sí mismo se sumerge cada vez más en sus ideas retrógradas, apreciaciones personales y en sus arcaicas generalizaciones.

Durante la última semana le pareció que sería productivo agraviar a los trabajadores de la salud en México, con motivo de la contratación de 500 médicos cubanos, en acuerdo con el gobierno de ese país; quienes recibirán salarios superiores a los 100 mil pesos mensuales por brindar sus servicios. Todo esto, se dice, debido a la “falta de especialistas médicos” en México.

Es sabido que, para que un médico extranjero labore en nuestro país, tiene que realizar una revalidación de sus estudios; no hacerlo implica una grave falta administrativa que le imposibilita laborar. Hasta ahora no conocemos cuál será la forma de asegurarnos que estos médicos cuentan con los conocimientos necesarios y protocolos para laborar en nuestro país.

Tampoco hay garantías de que serán enviados a lugares donde se necesitan y que no serán utilizados más bien con propósitos electorales, para ser pregoneros de una ideología política fallida. Para decirlo claro, no sabemos si serán utilizados más como agentes políticos que como trabajadores de la salud.

Pero ignorando la voz ciudadana y valiéndose de un ejército de fanáticos complacientes, funcionarios lambiscones y hordas de “bots” en redes, el Presidente recurre a la polarización. Trata de centrar la conversación pública en la “falta de compromiso de los médicos mexicanos para con la sociedad”, y dice que por eso es necesario traer a “especialistas” cubanos.

¿De verdad el gobierno se siente validado moralmente para hablar de compromiso con la salud?, después del pésimo manejo de la pandemia en México. Se siente con derecho a criticar las aspiraciones económicas de los médicos mexicanos, cuando su gobierno, al tiempo que realizó recortes al presupuesto de la Secretaría de Salud, celebró “jugosos” contratos públicos sin licitación con empresas de familiares y amigos cercanos a la 4T.

Es el gobierno quien ha faltado a su compromiso con la salud de México, con garantizar el correcto equipamiento de hospitales y centros de salud, así como dotarlos de medicinas necesarias. También ha faltado a su compromiso de garantizar la seguridad de gran parte del territorio mexicano, lo que imposibilita que el personal de salud tenga acceso a comunidades alejadas.

Los trabajadores de la salud sí han estado ahí para los mexicanos, a pesar de las carencias y el abandono del gobierno durante la pandemia. Cuando incluso se vieron en la necesidad de comprar su propio equipamiento para estar en condiciones de atender a pacientes de COVID-19, siguieron desempeñando su labor, a costa de su propia vida. México tiene una de las tasas más altas a nivel mundial en letalidad de personal médico durante la emergencia sanitaria.

Hoy, como en muchas ocasiones anteriores, el presidente esconde motivos políticos en debates estériles y se coloca, una vez más, en el lado incorrecto de la historia. Financia dictaduras y se alía con tiranos porque cree que así fortalece su propio capital político. Pero a este ritmo, para 2024 ese capital será inexistente. 

POR GINA TRUJILLO
COLABORADORA
@GINATRUJILLOZ

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