COLUMNA INVITADA

Resignificar el 10 de mayo

El 10 de mayo fue promovido por José Vasconcelos y Rafael Alducín, del periódico. Excelsior

OPINIÓN

·
Mag. Zulema Mosri Gutiérrez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 10 de mayo fue promovido por José Vasconcelos y Rafael Alducín, del periódico. Excelsior, en 1922, como fecha de homenaje a las mujeres madres de familia, y para calmar los ánimos sufragistas, cuando las mujeres comenzaron a organizarse en México para impulsar reformas para votar y ser votadas, lo cual, finalmente, lograron el 12 de febrero de 1947 para elecciones municipales y el 3 de julio de 1955 en elecciones federales.

Si hace 100 años el Día de las Madres fue instituido para que las mujeres consideraran a la maternidad como su principal labor, hoy, podemos convertirla en un momento de reflexión y de exigencia. En México se discrimina a las madres: continúan las solicitudes de pruebas de embarazo a mujeres para ser contratadas; si están embarazadas se les despide, se les reduce el salario o se les amaga con cambiarlas a un puesto de menor responsabilidad y salario para que “no se queden sin trabajo”.

Denunciar estas prácticas anómalas equivale a perder el empleo o la oportunidad de obtenerlo. Hoy podemos preguntarnos sobre las madres desaparecidas o víctimas de feminicidio, por las que buscan a sus hijas e hijos; abuelas y madres que exploran nuestro territorio en busca de sus seres queridos. Podemos hablar de las niñas y adolescentes violadas y obligadas a ser madres, sin que se garanticen sus derechos sexuales y reproductivos.

Pensemos en las madres cabeza de familia que injustamente son criticadas por sus emprendimientos económicos, por divertirse y recurrir al apoyo familiar para el cuidado de sus hijas e hijos, y hasta por tener una vida sexual activa. Reflexionemos sobre las madres en condición de pobreza que son presa de la extorsión sexual para garantizar a su familia la prestación de servicios básicos como educación, salud, agua o energía eléctrica y hasta el acceso a la justicia.

TE PUEDE INTERESAR: El liderazgo de las mujeres

Una forma de corrupción que permanece oculta. Refirámonos a la violencia sexual y económica que las madres padecen en sus hogares y que resisten porque su entorno parece aún más adverso. Pensemos en el 10 de mayo como fecha idónea para reconocer el trabajo del hogar y de cuidados, motor central de la economía. Ser madre es sacrificio cuando no se reconoce el verdadero valor de esta labor social y del trabajo intelectual y físico que conlleva.

Ser madre es difícil cuando esta condición se usa para justificar la subordinación de las mujeres y su discriminación en favor de otros; pero ser madre puede ser una dicha si se tienen las condiciones necesarias para que sea una elección consciente y deseada y no un obstáculo insuperable para que las mujeres puedan desarrollar libremente sus proyectos de vida.

Las madres en México merecen ser celebradas de diversas maneras, porque no es fácil serlo en un país donde priva la desigualdad. Reapropiémonos de esta fecha, transformemos el 10 de mayo para reflexionar e impulsar los cambios necesarios para construir una sociedad más justa.

POR ZULEMA MOSRI GUTIÉRREZ

MAGISTRADA PRESIDENTA DE LA SEGUNDA SECCIÓN DE LA SALA SUPERIOR Y DE LA COMISIÓN PARA LA IGUALDAD DE GÉNERO DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA

@Z_MOSRI

 

SIGUE LEYENDO

La extorsión sexual: una forma de corrupción oculta

El 8 de marzo es una oportunidad

MAAZ