En el complicado escenario internacional provocado por la política proteccionista e imperialista de Donald Trump, hay muchos riesgos, pero también oportunidades que, de ser identificadas y aprovechadas, representarían beneficios para nuestro país. Entre estas se encuentran: el crecimiento del turismo canadiense, europeo y asiático a nuestro país; el asilo a intelectuales, académicos y artistas; así como la inversión nacional y extranjera.
Datos del gobierno estadounidense del mes de marzo indican una disminución del 17% de turismo respecto al mismo mes del año anterior. Los viajeros de Francia cayeron un 5 %, los de Alemania un 29 %, mientras que los británicos se redujeron en un 15 %.
Es decir, las secretarías de Turismo, la federal y las estatales, deben ponerse las pilas para diseñar paquetes, estrategias y promociones de nuestros atractivos turísticos y riquezas naturales, con el fin de atraer, desde este verano, a turistas que no quieran viajar a Estados Unidos durante el gobierno de Trump. Esto representaría un importante incremento en la entrada de divisas, no sólo para el sector turístico, sino para diversas ramas económicas.
Como en los peores tiempos del macartismo, de facto, en Estados Unidos existe un comité que sanciona las actividades anti Trump. Medios de comunicación y redes sociales hablan con frecuencia de la cancelación de visas a estudiantes extranjeros de posgrado, del despido de académicos críticos al régimen, e incluso de la cancelación de algunas cátedras en varias universidades.
Hay un clima de censura y persecución en el ambiente intelectual estadounidense desde hace dos meses y medio. No sería descabellado que las principales universidades públicas y privadas mexicanas ofrecieran asilo académico e intelectual a profesores de universidades estadounidenses que han sido censurados o despedidos por las políticas de Donald Trump.
Así ya lo hacen algunas universidades europeas de renombre; sin embargo, las universidades mexicanas tienen una ventaja comparativa muy importante respecto a las europeas: la cercanía. Un profesor o un intelectual estadounidense puede investigar y dar cátedra en México durante la semana y, en tres o cuatro horas, regresar a su residencia en Estados Unidos.
Más allá de los montos de los aranceles impuestos por Trump —que un día los impone y al otro los suspende o los disminuye—, México tiene una ventaja fundamental respecto a otras naciones que deseen comerciar con Estados Unidos: la cercanía y la competitividad de sus salarios.
Ahora se suma a estas ventajas que México, junto con Canadá, ha sido la nación menos desfavorecida por los aranceles de Donald Trump. Es el momento para que las empresas mexicanas, en el marco del T-MEC, aumenten el porcentaje de componentes nacionales en los productos que se exportan a Estados Unidos.
Se trata de una ventana de oportunidad de tres años y medio que puede ayudar a fortalecer la economía mexicana en este complejo escenario.
Eso pienso yo. ¿Usted qué opina?
La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ
MAAZ