COLUMNA INVITADA

Federalización del sistema de salud: "El coronel no tiene quien le escriba"

En una analogía con la obra de García Márquez, en el plan de AMLO, personal de Salud mantiene la esperanza, pero...

OPINIÓN

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Juan Manuel Lira / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El coronel no tiene quien le escriba es una novela de Gabriel García Márquez. Cuenta la historia de un coronel que, por los servicios prestados a la patria, espera por muchos años una pensión por parte del gobierno. 

Reflexiona sobre la esperanza, la espera y la ilusión del coronel de recibir la gratificación que el gobierno siempre le promete, pero que nunca le brinda; en un mundo donde los hombres de valor y principios, como el coronel, han sido dejados en el olvido por la ambición del poder económico y político pero que, pese a esto, mantiene firme su dignidad y principios.

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En los 80 se inició en México el proceso de descentralización de los servicios de salud. Diversos análisis se han realizado para establecer si se cumplieron con los objetivos de esta descentralización. Algunos refieren como causas de su fracaso a la imposición desde el centro, la planeación burocrática vertical —de arriba hacia abajo— sin la participación del equipo de Salud ni la comunidad y la inequidad presupuestal —entre otros— (Nuria H 2011). 

La opinión de los trabajadores: “Todas las decisiones se realiza - ron en la cúpula del Estado, no nos tomaron opinión”, “únicamente nos dijeron de manera verbal sobre la reforma, nada oficial, no nos preguntaron a los trabajadores”, “fue una imposición de lo que teníamos que hacer”, “nosotros no diseñamos el programa, son programas que vienen de México”. 

 Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la “federalización de la salud” que consistirá en brindar atención médica a la población que no cuente con seguridad social, a través del programa IMSS Bienestar, y resolver la falta de personal médico, medicamentos y presupuesto. 

En el rubro laboral “se diseñará el esquema de contrataciones y todas aquellas acciones para transferir el personal al IMSS-B, una plantilla laboral, ubicación y vacantes”. Poco se conoce sobre la planeación y alcances de este proceso de “federalización de la salud”, pasará algún tiempo para ver si es que se cometieron los mismos errores que en la descentralización. 

Hoy en día existe inconformidad en el personal operativo sobre su nula participación en este importante cambio y muchas dudas sobre su situación laboral, basta sólo como ejemplo que los trabajadores de los Servicios Estatales de Salud (SESA) pertenecen al apartado B y los trabajadores del IMSS-B al apartado A, con prestaciones laborales diferentes.

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El Sindicato del IMSS ya se ha pronunciado “evidentemente nos manifestamos en contra de que los organismos descentralizados de la Administración Pública Federal, que actualmente se rigen en el apartado A pasen al B del artículo 123”, faltará ver el posicionamiento de los sindicatos de los SESA. 

 En el proceso de descentralización no hubo quien le escribiera al coronel, en este proceso de federalización sería muy conveniente que alguien lo hiciera. El personal de Salud mantiene la esperanza, pero a lo mejor no la paciencia de que alguien le escriba. Mantengamos viva la llama de la esperanza.

POR JUAN MANUEL LIRA
MÉDICO Y ANALISTA EN TEMAS DE SALUD
@DOCLIRA1

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