El otrora político panista Manuel Espino debería ser investigado por la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero, por su declaración confesa de que tuvo comunicación con líderes de dos grupos de la delincuencia para pactar una paz. No es menor que el político duranguense afirmara que le transmitió esta información al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
La ocurrencia del antiguo funcionario de la 4T, que se desempeñó como comisionado del Servicio de Protección Federal, fue atajada por el propio presidente de la República. Andrés Manuel López Obrador que declaró “no me hizo ningún, no me hizo ningún planteamiento de eso, yo estimo mucho a Espino, lo que pasa es que no lo quieren los conservadores ni la prensa conservadora”. Interesante que el presidente no se desmarcara del todo de Espino. Ahora lo explicaremos.
Recordemos que Espino fue defenestrado por la actual secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, que lo separó de su encargo al que llegó por venderle al presidente que tenía un capital político en el municipio de Naucalpan de la mano de la ex alcaldesa morenista Patricia Durán. Por cierto, el incremento de la inseguridad en ese municipio durante la gestión de la también ex panista fue una variable por la que no se reeligió.
Manuel Espino fue uno de los más acérrimos rivales políticos del ex presidente Felipe Calderón. Este político favorecía junto con Vicente Fox la candidatura del PAN de Santiago Creel para la presidencia. El equipo de campaña de Calderón detestaba y señalaba los torpedos internos que recibía de parte de Espino que en ese momento era el presidente nacional del PAN. A la luz de la historia política el candidato preferido de Espino, para la elección de 2006, no era Calderón sino López Obrador. Al final del día a Fox y Calderón los unía vencer López Obrador.
Espino se equivoca categóricamente al afirmar que pactar con los criminales en Colombia y El Salvador obtuvo buenos resultados. Los acuerdos con criminales no pueden ser de largo plazo. A ellos les interesa el lucro de una actividad económica ilegal y conocen que no podrán cumplir con su palabra en el futuro por el ambiente conflictivo y combativo de su mercado. El proceso de paz en Colombia fue con la sección política de las FARC, las células de esta guerrilla comprometidas con el narcotráfico no se desmovilizaron. En El Salvador el pacto con las maras fue fugaz y permitió que se fortalecieran y siguieran operando desde las cárceles.
La reducción de la violencia en Colombia se explica por las políticas de prevención social de la violencia en ciudades como Medellín y Bogotá. Lamentablemente la inseguridad persiste por la presencia de los cárteles mexicanos en alianza con las bandas criminales en las regiones de ese país.
La ocurrencia de Espino debemos interpretarla como una estrategia personal para tratar de recuperar su capital político perdido.
Agenda estratégica: Las encuestas en Estados Unidos perfilan que los republicanos recuperan el Senado y los demócratas mantienen el Congreso, en las elecciones del martes 8 de noviembre.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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