Al basurero de la historia mandó el empresariado anticuatroté a la coalición Va por México, instrumento partidista que logró arrebatar importantes espacios a Morena, pero que naufragó por la iniciativa del PRI para mantener al Ejército en las calles hasta 2028.
En los hechos, es una exclusión cantada al dirigente del PRI, Alejandro Moreno, y su grupo político, que desde la Cámara de Diputados negocia reformas a modo para el presidente López Obrador.
Porque el nuevo frente opositor, denominado Unid@s, impulsado por los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, junto con el senador del grupo Plural Emilio Álvarez Icaza y organizaciones civiles, incluyó a políticos identificados con el PAN (Carlos Medina Plascencia, Fernando Canales Clariond, Ignacio Loyola y Marco Adame), y también con el PRD (Guadalupe Acosta Naranjo, Graco Ramírez y Fernando Belaunzarán).
Ningún priista estuvo presente en el lanzamiento de ese bloque que busca unificar fuerzas para llevar una candidatura única a la elección presidencial de 2024 con el ánimo de arrebatar el poder a Morena.
Su primera batalla será la defensa del INE, que el Presidente anhela desaparecer con una reforma electoral que ya negocia con el priismo de Alito, como reveló ayer el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Unid@s prepara además una propuesta ciudadana que presentará a los partidos (léase dirigencias) en marzo; es decir, en cuatro meses, margen en el que, esperan, se defina qué ocurre en el priismo, cuya disidencia más robusta se localiza en su bancada en el Senado, a cargo de Miguel Osorio Chong.
Es un albur, sí. Porque Va por México, con todo y sus bemoles, logró quitar en 2021 la mayoría absoluta a Morena en la Cámara de Diputados: de 164 diputados pasó a 223 y los morenistas perdieron 53 lugares. Además, la hoy obsoleta alianza ganó nueve de las 16 alcaldías de la CDMX y 28 de 39 ciudades del país. Enterrarla, por culpa de Alito, representa para la oposición empezar de cero. Pero es quizá la última oportunidad para frenar el desmantelamiento institucional provocado por López Obrador y Morena.
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POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM
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