Ya no es momento de pensar en destinos, sino de reservar y confirmar viajes!
Armados con protocolos y medidas sanitarias, además de vacunas, desde hoy, hoy, hoy sólo visitaré hoteles que sean propios de la ciudad en la que habitan y, destinos que ofrezcan experiencias únicas e irrepetibles.
De entrada, imperdible es la aventura del avistamiento de ballenas en Baja California Sur o en Puerto Vallarta.
La experiencia con ballenas jorobadas y grises es tan memorable como el nado con el tiburón ballena y lobos marinos en San Rafaelito, muy cerca de La Paz. Allí por donde se encuentra El Faro o, al otro extremo de la República Mexicana, en Holbox o en Bahía de Banderas, ¿por qué no?
Instalado en “hombre de acción” hay que ir a practicar surf, pero en las dunas de arena de El Mogote, también cerca de La Paz; una vez ahí es posible deslizarse a toda velocidad en esta barrera natural que protege a la bellísima bahía sudcaliforniana de los huracanes y tormentas.
O llevar a cabo caminatas y trekking en las faldas de los volcanes, aquí, en el altiplano, o realizar eco-glamping en exóticas locaciones como la Isla Espíritu Santo en el Mar de Cortés.
En ese mismo código postal -intentar y no perder en el intento- la experiencia de stand up paddle board (de noche, de preferencia).
O si es demasié para el body tabla de surf y remo –así, sencillito- a través de los manglares, ahí, o cerca de Progreso.
Explorar la naturaleza, la fauna y flora de diferentes hábitats, tener almuerzos memorables en playas vírgenes como Balandra.
Organizar una excursión en RZRS. Llevar a cabo surf en Los Cerritos o en Carrizalillo, o en Zicatela, Puerto Escondido.
Si lo tuyo no es la aventura, ¿por qué no organizar un tour con Arca Tierra bajo el concepto de experiencias rurales?
Visitas a la Chinampa del Sol, en medio de la milpa viva, al alba, et al con o sin chef incluido, pero siempre en apoyo a productos orgánicos, sustentables y de la localidad.
Días de campo gastronómicos con amaneceres en technicolor.
All of the above, en familia –con niños,
adolescentes y adultos, y de todas las edades.
Igualmente, viajes de bienestar, meditación y relax sin igual en contubernio con Camino Copalita ofrece todos los pretextos para conocer la vida de las comunidades zapotecas.
O seguir las recs de Travel by Saru y comprar algo de la colección de Desserto. O Cosa Buena en Oaxaca. Y descansar en El Ranchito en Valle. #AsíLaVida.
POR RAFAEL MICHA
@RAFAELMICHA
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