MALOS MODOS

Los niños con cáncer y el golpe de Estado

Lo que vimos en días recientes en la TV del gobierno, fue de una bajeza lo bastante categórica

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pues me receté el programa completo, con todo y que los fragmentos difundidos por sus protagonistas —El Fisgón, Hernández, Rapé y su invitado, Hugo López-Gatell— eran más que elocuentes. Y es inapelable: Gatell dijo con todas sus letras que es falso que los niños con cáncer no tengan medicinas. Luego de hablar de “grupos de interés” que participaron en el “jugoso negocio” de los fármacos y que están “dolidos” porque perdieron “privilegios”, le espetó a la audiencia así, tranqui, que fueron esos grupos los que “crearon esta fórmula de los niños con cáncer que no tienen medicamentos”, para rematar: “esta mentira” se desnuda con el hecho de que sólo son 20 personas las que se manifiestan una y otra vez. Sí, conviene insistir en ello: sobre este argumentazo, el subsecretario de Salud considera que las personas que se manifiestan por medicamentos oncológicos mienten.

¿Por qué mienten? Porque “son grupos fomentados, fabricados”. ¿Cómo? No están seguros los contertulios. Pero como no hay muchas luces en ese ambiente, cuando Gatell especula sobre las “prebendas” que reciben, Hernández aventura que podría ser que les dan los “medicamentos” mismos, posibilidad que el subsecretario no descarta con todo y que, piensa uno, invalidaría el argumento de que las medicinas no escasean.

Sí, en esto gasta hoy sus recursos la televisión del gobierno. También, en promover oootra vez la teoría del “golpe de Estado blando”. El Fisgón dice que lo de los niños con cáncer es “una telenovela”. Bueno, pues la “telenovela” es parte, dice el subse, de una “generación de narrativas de golpe”, narrativas que en Latinoamérica se han conectado a menudo con un “golpe, golpe: golpe de Estado”. Sí: la respuesta del exvocero al desabasto de medicamentos es que los padres que protestan en las calles son, sin más, partícipes de una intentona golpista contra López Obrador. Es decir: para ser justos, nadie en el panel dijo que los niños con cáncer sean parte de un cuartelazo, pero la etiqueta, sin hacer ascos, se la pusieron a sus padres. Sin pruebas, claro.

Disculparán la monserga de esta glosa, pero lo que vimos en días recientes en, insisto, la TV del gobierno, fue de una bajeza lo bastante categórica como para que hasta algunos portavoces de la 4T intentaran lavarle la cara a los tertulianos. No es posible: las palabras están ahí, feísimas. Claro que no son nuevas: hace mucho que podemos verlas en su periódico y en sus redes. Los caballeros son, pues, congruentes. Como es congruente que le hayan dedicado el programa a Helguera, su colega y amigo muerto, tristemente, a unos muy jóvenes 55 años. Le hubiera encantado. Decirlo no le regatea a nadie el derecho a la tristeza. El programa dura una hora. Repito: lo vi completo. Díganle a mi director que me merezco una prima por el esfuerzo.

POR JULIO PATÁN
JULIOPATAN0909@GMAIL.COM 
@JULIOPATAN09 

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