COLUMNA INVITADA

La frontera México-EU

El cambio de gobierno en Estados Unidos se distinguió con claras intenciones de construir una mejor relación bilateral

OPINIÓN

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Juan Carlos Romero Hicks/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

El cambio de gobierno en Estados Unidos se distinguió con claras intenciones de construir una mejor relación bilateral; la estatua de César Chávez (campesino y activista de origen mexicano que luchó por los derechos humanos y civiles de los trabajadores migrantes) que adorna la oficina del presidente Joe Biden es un mensaje claro, y los decretos con el que se detuvo la construcción del muro, y con el que se busca dar ciudadanía a los dreamers fueron acciones contundentes. Pero los arrestos de migrantes en la frontera que compartimos se han incrementado de forma constante desde hace 10 meses. 

De acuerdo con el Pew Research Center, durante el primer bimestre de este año, 42% de las personas detenidas por la patrulla fronteriza fueron mexicanos, es decir cuatro de cada 10. Además, 20% de los capturados viajaba en familia y 10 fueron menores no acompañados. Esas cifras no se habían registrado desde 2019, año en el que los nacionales de El Salvador, Honduras y Guatemala representaban las mayores detenciones. 

El problema responde a diversos factores, como las políticas migratorias del gobierno anterior de EU con las que separaron familias, la fuerte crisis económica que vive México, y la sanitaria, que provocó el cierre de la frontera terrestre; estos factores sólo agravaron una situación que es permanente y a la que hay que buscar soluciones. 

El verdadero reto es consolidar una comunidad de América del Norte como lo desarrolló y expresó en sus obras Robert Pastor, y como lo propone Acción Nacional; apuntalando una mundialización por encima de una globalización donde sólo caben términos económicos. Hoy nos unen fuertes vínculos de vecindad y comerciales, pero nuestra interdependencia va mucho más allá. 

En palabras de Robert Pastor: “La idea de una integración de América del Norte es de un espíritu de comunidad basado en la interdependencia […] por lo que se debe generar apoyo para las instituciones y políticas que serán necesarias para estimular la economía colectiva, lidiar con los problemas transnacionales de forma efectiva y proveer mayor seguridad […] el reto de la utopía es hacerla realidad”.  

Esa comunidad ya es una realidad. 38 millones de ciudadanos norteamericanos son de origen mexicano, 12 millones tienen nacionalidad mexicana y son 52 millones de hispanohablantes. Hay más personas de origen mexicano en Estados Unidos que canadienses (en total), y hay más hispanohablantes que en la Península Ibérica. En términos de mercado, 8 de cada 10 productos que exportamos son consumidos en EU y más de la mitad de la Inversión Extranjera Directa que hay en México es de capital norteamericano. 

Quienes vivimos y crecimos en estados de alta migración conocemos la realidad de lo que sucede en la diáspora mexicana. La frontera es un límite territorial que no divide al alma, ni a las familias, ni a las comunidades. Es tiempo de apuntar a una integración mayor a partir de reconocer nuestra interdependencia.

POR JUAN CARLOS ROMERO HICKS
COORDINADOR DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN
@JCROMEROHICKS

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