En Nuevo León, el viejo PRI sacó a relucir sus mejores oficios. Qué mejor que hacerlo en contra de alguien a quien conocen muy bien: su exmilitante Clara Luz Flores Carrales, ahora candidata de Morena al gobierno del Estado.
Hasta hace tres semanas, las cosas iban a pedir de boca en el comité morenista. Al arrancar oficialmente las campañas, las encuestas la favorecían, no por un amplio margen, pero sí como para llevar las cosas al terreno que mejor le convenía; sin embargo, una serie de errores en días pasados, han sido capitalizados por sus adversarios, las cosas ya no son como parecen.
La caída de Clara Luz, comenzó cuando se supo que había presentado una denuncia en contra de un comediante regiomontano famoso por hacer parodias en video. La candidata y su equipo consideraron que se había cometido violencia política de género, y lo denunciaron a ante la Fiscalía de Delitos Electorales Estatal. No a pocos electores les pareció que estaba violentando la libertad de expresión, y en lugar de apoyarla, arroparon al artista. Ahí se dio la primera baja en las encuestas.
Luego, su decisión de apersonarse en la sierra del municipio de Santiago, afectada por un voraz incendio forestal “para ofrecer ayuda”, fue calificada como oportunismo político. Al detectarse un pronunciamiento en la caída, se pensó en cambiar la inercia negativa.
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El martes, lanzó un video donde cuestionaba a su contrincante y excompañero priista, Adrián de la Garza, sobre un supuesto despojo de terrenos a ejidatarios del municipio de Mina durante la gestión de Rodrigo Medina de la Cruz, donde Adrián fue procurador. En 45 segundos, lanzaba el reto “Adrián, las cosas como son”.
La respuesta del priista fue inmediata y contundente: personalmente exhibió un video donde se ve a Flores Carrales con Keith Rainiere, de la secta NXIVM, pese a que ella negó en varias ocasiones haberlo conocido. Ahora, además de intolerante a la crítica, la ubican como mentirosa.
El PRI aprovechó otras fallas en el cuarto de guerra de Clara Luz. Hoy se sabe que fue en las oficinas de Morena en la Ciudad de México, donde se decidió cambiar el tono de la confrontación, pero no se esperaban el nivel de respuesta tricolor, que tuvo más impacto a nivel nacional e internacional. Fueron muy malas noticias para varios integrantes del equipo de la candidata, como los expriistas Héctor Gutiérrez de la Garza y Felipe Enríquez o el expanista Felipe de Jesús Cantú, quienes no tuvieron margen de maniobra sobre el cambio en el tono de campaña. Hoy todos están desconcertados.
A juzgar por las publicaciones en redes, parece que la han dejado sola. Nadie ha salido a apoyarla públicamente y a Morena se le abrieron los frentes de Guerrero y Michoacán. Los más beneficiados son sus contrincantes. En lugar de hundir a De la Garza, le ha dado más vuelo y hasta el candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García, puede ver subir sus bonos, toda vez que su campaña criticando a “la vieja política” (PRI y Morena) ha pegado entre los usuarios de redes sociales. El PRI en Nuevo León dio un gran golpe. Sacó su retorcido colmillo. El caso seguro servirá de ejemplo en las otras 14 elecciones.
POR CARLOS ZUÑIGA PÉREZ
@CARLOSZUP
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