COLABORADOR

Playas peligrosas

Todo mexicano tiene derecho a ir a la playa que se le dé la regalada gana y gozar de acceso a ella sin disimulos ni óbices

OPINIÓN

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Ramón Ojeda Mestre/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No, no es lo mismo playas que costas. Y aunque el INEGI se enoje y diga que no o que sí, el hecho concreto es que no sabe, ni nos dice, cuántas islas tiene México y en dónde están. O cuáles son cayos y arrecifes o protuberancias ocasionales, que las hay, dicho sea, sin ánimo de polemizar respecto las decisiones femeninas o masculinas al respecto, cuando calienta el sol aquí en la playa.

¿Qué tiene que ver? Pues nos enseñó el gran maestro Jorge Gjumlich Gaspar, en la secundaria Federal número tres de Orizaba, Veracruz, que nuestro país tiene un mínimo de 10 mil kilómetros de litorales o de costas, siete mil en el Pacífico y Golfo de California y tres mil en el Atlántico, Golfo de México y Caribe, en número redondos, como usted comprenderá, colega de la talega y ese grande y generoso Director, que a la vez era maestro de geografía, nos explicaba con claridad cuál era la diferencia entre una playa, donde hay arena y “sube suave” la pendiente y otra un acantilado,  un arrecife o un irregular amontonadero pedregoso como esos que hizo el Waldorf Astoria en el trasero de la bella playa del amor de Cabos San Lucas, en Baja California Sur, o el que hicieron en Puerto Vallarta otros punibles.

No es el punto discutir aquí con ustedes, sapientísimos playeros, imaginaria joven irresistible o experimentada multípara matrona, el asunto técnico, sino afirmar, sin ambages, qué por lógicas y obvias razones, hay más costas que playas. Todas las playas son costas, pero no todas las costas son playas. Eso lo sabe hasta uno de ciudad Gótica o una de ciudad Stark.

No se lo voy a ocultar, que es verbo transitivo, que la cuestión es que los ciegos mano larga, ciegos que siegan por su ambición y voracidad, se han ido “apoderando” de las playas de nuestro país, a pesar de que la constitución lo prohíbe en su artículo 27 y la Ley General de Bienes Nacionales y su Reglamento son muy claras al respecto. Ya se pasaron de tueste y eso está generando problemas ya cada vez más grandes para los mexicanos y visitantes que tienen qué o quieren acceder a las playas públicas que son todas. Todas.

Esto, curiosamente, es malo para el turismo y para la estabilidad social. Pues es muy desagradable para un visitante ver los conflictos que se generan por la discriminación racial, por indumentaria o “facha” de nuestros paisanos que tienen todo el derecho de ir vestidos o vestidas como se les da la gana. Todo mexicano tiene derecho a ir a la playa que se le dé la regalada gana y gozar de acceso a ella sin disimulos ni óbices como dijera el maestro Burgoa que requiescat in pace.

Ya cada día hay más incidentes violentos entre los robaplayas y los paisanos, lo que nutre una tensión social adicional y va generando más desconfianza en la imparcialidad de las autoridades municipales, estatales y federales y una mayor acrimonia en los grupos más explosivos de la sociedad que son, curiosamente, los de “clase media baja” y los que “ni a clase llegan” como dijo el maestro Navas.

En la University of Florida Center for Coastal Solutions (CSS) and Florida Sea Grant (FSG) ya están empezando a registrar esto a través del new Center for Coastal Solutions in the Herbert Wertheim College of Engineering en donde tendremos la oportunidad de participar.

El puesto de Analista CSS de Florida Sea Grant está diseñado para proporcionar a un recién graduado o profesional de carrera temprana la oportunidad de adquirir experiencia en investigación, desarrollo e implementación de políticas costeras y marinas. En particular, el analista seleccionado desarrollará habilidades interdisciplinarias trabajando con científicos y profesionales de políticas a la vanguardia de la interfaz científico-política marina y costera, con énfasis en abordar proactivamente los peligros de la calidad del agua, como las floraciones dañinas de algas (HAB) en el medio marino y costero, floraciones dañinas de algas (HAB) en el medio marino y costero y otros riesgos.

Entre las áreas relevantes para las políticas del enfoque FSG/CCS se incluyen: Resiliencia de los ecosistemas a los riesgos de calidad del agua los peligros de la calidad del agua la inteligencia artificial y modelado predictivo de la salud pública y los peligros de la calidad del agua y soluciones de ingeniería basadas en la naturaleza a los peligros costeros. En fin, yo como tlacuilo eco friendly cumplo con avisarle a usted agudo lector y filudo gobernante.

Las mayorías votan y deciden las elecciones y México tiene 16 entidades federativas costeras, que albergan la mayoría de la población del país. ¿Me entiendes Méndez o no me explico Federico? diría mi finado bisabuelo el Dr. Antonio Ojeda Yépez en Veracruz, si viviera, pues él ya reposa en el panteón de los hombres no ilustres allá en Sotavento.

Este asunto cleptoplayero corresponde en realidad a la Semarnat con nuestra gran amiga Marial Luisa Albores al frente, pero si los invasores y robaplayas no entienden, empezará a ser un asunto de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana con Rosa Icela Rodríguez, que no se anda con medias tintas y una vez que ya salió muy bien del COVID, capaz que le pone el balón al alcance de Alejandro Gertz Manero quien es el Fiscal General de la República y como son delitos federales, pues para qué les cuento cómo puede acabar este culebrón playero en BCS o en Q.Roo o en Sonora o Veracruz y las demás. Allá usted y su mala cabeza si es de los playicidas que diría Tres Patines.

POR RAMÓN OJEDA MESTRE
ROJEDAMESTRE@YAHOO.COM

jram