DESDE AFUERA

Honduras vive una crisis en desarrollo

En la nación centroamericana, desde finales de la última década, "la protección política ha permitido que prosperen los grupos del narcotráfico"

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Honduras inició el domingo el camino hacia unas elecciones presidenciales que desde ya están rodeadas por la incertidumbre.

Por un lado, las denuncias sobre la penetración del narcotráfico en el gobierno y la política de Honduras hacen temer que el país se haya convertido ya en un "narcoestado" y la consecuencia lleve a desestabilizar más una región ya afectada por pobreza endémica, violencia, corrupción, fenómenos climáticos extremos y la pandemia de COVID-19.

La combinación es brutal en toda la región, donde según el International Crisis Group (ICG), las organizaciones criminales "se han apresurado a absorber el impacto de la pandemia de COVID-19 y aprovechar las nuevas oportunidades que brindan los cierres, los estados distraídos y los ciudadanos empobrecidos", pero especialmente en Honduras.

En la nación centroamericana, asegura un análisis del grupo especializado InsightCrime, desde finales de la última década "la protección política ha permitido que prosperen los grupos tradicionales del narcotráfico".

El hecho es que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha sido abiertamente señalado de haber recibido dinero procedente del narcotráfico durante el juicio en Nueva York contra el jefe narcotraficante, Geovanny Fuentes. 

De hecho, un grupo de legisladores estadounidenses se manifestó ya en contra de Hernández. 

El escándalo resultante llevó ya a que casi medio centenar de organizaciones cívico-políticas firmaran un llamado por la creación de un "Frente Nacional para la Salvación de Honduras" que contempla incluso la posibilidad de una insurrección.

Según la convocatoria divulgada el 10 de marzo, "somos testigos de la destrucción del Estado de derecho y de la  construcción de una dictadura de partido, que ha devenido un "narcoestado". Por otro, los posibles candidatos a la elección de noviembre próximo parecen un catálogo de lo mismo.

Las elecciones primarias, para determinar candidatos, se realizaron el domingo 14 de marzo, pero dos días después, sólo había resultados extraoficiales que daban como vencedores a Nasry Asfura del Partido Nacional, Yani Rosenthal del Partido Liberal y Xiomara Castro del Partido Libre.

Asfura ha sido alcalde de Tegucigalpa en dos ocasiones y es considerado como uno de los mejores elementos en el Partido Nacional; Rosenthal cumplió el año pasado una condena de 36 meses de prisión en Estados Unidos por lavado de dinero del narcotráfico, aunque en su caso el punto principal fue la adquisición de ganado sin indagar a fondo su procedencia; la tercera candidata es Xiomara Castro, esposa del expresidente hondureño Manuel Zelaya –depuesto en 2009 por un golpe militar que pretextó su intento de cambiar la Constitución para reelegirse–.

Los tres enfrentan problemas dentro de sus propios grupos, según el ICG. Pero las elecciones están a ocho meses de distancia y la crisis no sólo ya está en desarrollo, sino que probablemente se agudizará.

Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

 

maaz