Teóricamente, habiendo consumado el pase a la final del Mundial de Clubes, Tigres se puede dar por bien servido con su participación en dicho certamen.
Ningún equipo mexicano ha llegado a la cita por el título de este torneo que, aunque elitista, cuenta para los registros de una FIFA cuya honorabilidad quedó hace mucho tiempo en discusión.
Merecido para una escuadra con tintes de una organización de clase mundial, que aunque ha presentado sendos errores en el proceso, ha encontrado en la continuidad su medicina. Con todo y las cuestionables formas de Ferretti, en ocasiones hasta mezquinas, sobre todo por la manera tan tibia en la que encara partidos importantes, sigue callando bocas de sus detractores, incluyendo a un servidor, que ha cuestionado hasta el hartazgo por qué si domina a plenitud una forma de jugar, en cotejos cruciales la cambia.
A pesar de sus más de 20 remontadas en contra, casi todas en los últimos minutos, finales ganadas con el rosario en la mano, otras más perdidas con jugadores desesperados, lo cierto es que las formas resultan cuestionables, pero el fondo es lo importante, y Tigres ejecutó un plan a la perfección.
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La escuadra de Ferretti presume, como ninguna otra en el futbol mexicano, de una continuidad envidiable, de esas que se presentan poco en el deporte y en este mundo enteramente cortoplacista y efímero.
El brasileño lleva once años en el banquillo auriazul, lo que le coloca como el segundo más longevo en ese sentido de toda la historia, solo por detrás de Javier de la Torre, otro integrante de la ya amplia dinastía de dicho apellido del Guadalajara, que sumó 13 ciclos de 365 días.
En la actualidad, y tomando en cuenta que Tuca ha firmado con más éxitos que fracasos una década y poco más al frente del club, resulta hasta ridículo comparar los interesantes dos años y medio que Nacho Ambriz presume en León. Con todo y eso, éste ocupa el segundo lugar en todo el balompié azteca, lo que confirma la nula planeación de proyectos en el país.
En la época más importante de esta década, Tigres llegó a reclutar 15 jugadores en selecciones nacionales al mismo tiempo; es decir, 11 titulares y cuatro en banca, aspecto al que ningún equipo del futbol mexicano ha accedido, ni cerca han estado.
Jugadores prestados que han llegado al club con gran proyección, planeación a largo plazo y una de las mejores aficiones del país, conforman una institución que el jueves tiene la verdadera cita con la historia, más allá de que ya hayan escrito la mejor hasta el momento para un representativo nacional… aunque algunos de sus jugadores lo nieguen.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
TWITTER: @JOSE_IGA