Columna invitada

Balance de un año poco eléctrico

En el sector Hubo poco movimiento y no se registró avance

Balance de un año poco eléctrico
Paolo Salerno / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Casi se ha terminado 2021 y, por lo menos en el sector eléctrico, ha sido un año de poco movimiento, triste y sin grandes progresos. Muy similar a los años anteriores, la política eléctrica del país se ha dirigido a frenar la construcción de nuevas  centrales, corroborable con la casi total falta de expedición de nuevos permisos; los retrasos en el alta de nuevos usuarios calificados, justificada por la pandemia avalando la suspensión de términos del regulador que sigue sin resolverse.

Por lo demás, muy poco, algún cambio de suministrador, algún proyecto de generación distribuida y, lamentablemente, la salida de varias empresas del país dada la situación que se ha creado. En fin, un escenario triste.

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Este 2021 inició con una crisis del gas que ha expuesto y dañado a toda la cadena de valor del país, la cual ha evidenciado una importante falta de infraestructura en el sector gas, sobre todo en almacenamiento y, al mismo tiempo, de una falta de alternativa en la matriz de generación, resolvible a través de las renovables.

Por otro lado, no hace falta una reforma constitucional –como la presentada– para dar el control del sector al Estado. De hecho, control, planeación, transmisión y distribución son el meollo de todo el sector y ya están en mano del Estado.

Al igual, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es una empresa que tiene objetivos de servicio público importantes y mucho más ambiciosos que una simple generadora. De último, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) tiene que ser el arbitro imparcial que garantiza a todas las partes un piso parejo.

Nunca como hoy hace falta que estas figuras sean independientes, proactivas y enfocadas al bien del país. México sigue siendo un país con un potencial enorme. Sus recursos naturales podrían hacerlo de los más importantes actores a nivel mundial en transición energética. La postura de política pública que se ha tomado ha frenado el desarrollo de las renovables provocando un retroceso del país en ese proceso.

Al mismo tiempo, se ha creado una diatriba entre lo público y privado que no lleva a nada bueno, ya que estos dos sectores no tienen por qué estar peleados, al contrario, tendrían que estar en sintonía y armonía para el bien del país.

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Concluyo con la esperanza de que 2022 dé nuevo vigor a este sector y que permita volver a poner México al centro de la atención de todo el mundo por sus proyectos renovables. Mientras, les deseo Felices Fiestas.

Paolo Salerno
Managing partner de Salerno y Asociados
@paolo_salerno y @SA_energia

MAAZ

 

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