COLUMNA INVITADA

Electro caos

En el sector, hay una falta de atención de la real estructuración

OPINIÓN

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Paolo Salerno / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Alejandra Cerecedo Constantino / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México

La presentación de la Reforma constitucional del sector eléctrico ha tenido como consecuencia que las últimas semanas hayan sido llenas de estrés para los participantes del mercado, sean ellos públicos o privados.

Veo temas que son clave: los contratos legados y la estructura del sector eléctrico.

Uno de los principales motivos por los cuales el actual gobierno ha presentado esta Reforma es para evitar que se siga vendiendo esta energía de forma ilegal o con contratos leoninos.

La pregunta es, ¿realmente se necesita una Reforma constitucional de esta envergadura para revertir esta situación? Evidentemente, no.

La sensación que tengo es que se quiere derrumbar toda la casa cuando se pudieran fijar o cambiar las ventanas de la misma y todo funcionaría, posiblemente mejor que antes.

Ahora bien, observo una completa falta de consideración de la real estructuración del sector eléctrico. Es decir, cuenta con varias actividades: generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía.

Entonces, ¿por qué se habla sólo de la generación; se han olvidado de que tras la Reforma Energética de 2013, la transmisión y distribución de la energía son áreas estratégicas del Estado?, ¿por qué no se está dando importancia al rol de la comercialización, sobre todo para grandes usuarios?

Esta actividad, en libre competencia, en la cual tanto el sector privado como el sector público, a través de las varias subsidiarias y filiales de la CFE participan, tiene la finalidad de vender energía eléctrica a los precios más competitivos que se puedan.

Es decir, gracias a la comercialización de energía que los usuarios, especialmente las Mipymes, han logrado reducir considerablemente sus costos con respecto a las tarifas de suministro reguladas.

De pasar la Reforma, esta actividad, hoy día en competencia, sería cancelada por completo con la finalidad de regresar bajo un esquema monopólico operado a través de la CFE.

Mi pregunta es, ¿qué pasará con las empresas mexicanas que se dedican a esta actividad?, ¿quién asumirá la diferencia entre los costos de electricidad que paga una Mipyme el día de hoy, con una nueva tarifa regulada?, ¿a qué se dedicarán los miles de trabajadores en este sector y se quedarán sin empleo?

La historia ha demostrado que toda regulación es mejorable, y que no todo es blanco o negro, así que, mi pregunta final es, ¿vale la pena derrumbar toda la casa?

POR PAOLO SALERNO
Managing partner de Salerno y Asociados Expertos en Energía
@paolo_salerno

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