En el mundo se han desarrollado un sinnúmero de innovaciones tecnológicas vinculadas a las redes sociales. El origen es la necesidad, bajo una globalización presente en el día a día, para llegar, penetrar e influir en el menor tiempo posible en las personas. Para ello, hay distintas formas de lograrlo (el ejemplo más cercano la mercadotecnia) y una muy relevante ha sido el creciente número de los llamados “influencers” de la red. Los temas que abordan son variados: música, moda, deportes, salud, belleza, comida e incluso de política.
Así pues, las redes se han convertido en los hechos en un mecanismo efectivo de comunicación entre millones de personas en el mundo, un espacio de deliberación social, una fuente de acceso a la información y, en muchos casos, en un tribunal de rendición de cuentas. Tan sólo la red social “Facebook” cuenta con alrededor de 61 millones de usuarios en el país, por 9.5 millones de “Twitter” aproximadamente. Pero ¿de qué se está hablando? ¿qué impacto tienen en la gente? ¿es un espacio natural de deliberación política?
Hay dos buenos ejemplos de lo que se está hablando en las redes sociales: de acuerdo a las estadísticas más recientes de “Facebook”, durante el mes de septiembre del 2020 la conversación por volumen se centró en temas de gente, cultura, celebraciones, eventos sociales y deportes; y llevándolo a un periodo electoral como el actual, en “Twitter” durante la elección del 2018 -marzo a junio- el diálogo se centró en temas de: corrupción (1.8 millones tuits); economía (1.6 millones); violencia y seguridad (1.2 millones); relación con EUA (.75 M); educación (.7 M); y desigualdad social (.29 M).
Hay algunos datos -encuesta global realizada en 2019 por la UNCTAD e IPSOS- interesantes para el caso de México: en acceso a la información 66% de los usuarios cree que las redes tuvieron un impacto favorable, por 26% que no; 63% cree que aumentó su libertad de expresión, por 26% sin impacto; 43% cree que tuvieron algún impacto en rendición de cuentas del gobierno, por 52% sin impacto; 30% con algún impacto en transparencia del gobierno, por 50% que no; 35% con impacto en su calidad de vida, por 51% que no; 47% con impacto en la polarización política, por 42% que no; y 83% ha sido testigo de “fake news” por 14% que no ( sólo caso de Facebook).
Sin duda alguna el número de usuarios, materias de interés, temas de conversación y el impacto que las redes sociales tienen en dicha comunidad, nos hacen suponer de la importancia que han tenido en la toma de decisión de las personas; pero vale hacer una reflexión más profunda si dicho espacio de comunicación entre la gente tiene o no, una consecuencia en la deliberación política. Más aún qué tanto y quiénes son capaces de mover preferencias en la vida cotidiana. No es tema menor y vale continuar la siguiente semana con la reflexión, más en estos tiempos de definición de la oferta electoral y candidaturas.
EMILIO SUÁREZ LICONA
CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA
@EMILIOSL