Como todo gabinete en la administración pública, es y debe ser dinámico. Generalmente no terminan los sexenios los mismos servidores públicos que lo comenzaron. Algunos argumentan motivos personales o de “salud”, otros simplemente porque no dieron el ancho o lo que es lo mismo, les quedó grande el encargo.
Esta administración tanto federal como en la Ciudad de México (CDMX), no ha sido la excepción. Algunos han dejado el cargo alegando razones personales, otros han sido cesados por apartarse de los principios básicos establecidos en nuestra carta magna, como conducirse con eficiencia, eficacia y honradez.
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Una de las principales banderas de este gobierno llamado de la 4t, es la de la honestidad. El combatir de manera clara y frontal la corrupción. En el Gobierno Federal han existido muchos señalamientos a diversos funcionarios del gabinete, incluso a familiares del Presidente de la República.
En la CDMX la cosa es diferente, aun previo a cualquier señalamiento público, la Jefa de Gobierno ha cesado a servidores públicos que perdieron el rumbo sin importar su cercanía o amistad con ellos. Este fue el caso del Consejero Jurídico y la Directora General del INVEA que comenzaron el sexenio.
En otros casos ha perdido colaboradores por ser llamados a participar en el Gobierno Federal, tal es el caso de la exsecretaría de gobierno, Rosa Icela Rodríguez, quien ahora es la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en lugar de Alfonso Durazo.
De igual manera, Félix Medina Padilla, dejó la Subsecretaría de Gobierno de la CDMX para incorporarse como secretario particular de Rosa Icela en la dependencia.
Es evidente que desde el inicio de la presente administración a muchos funcionarios no les ha quedado clara la nueva responsabilidad, los nuevos tiempos y, sobre todo, la forma de conducirse de sus jefes.
Les quedó grande la tarea y no pudieron con las tentaciones de los arraigados y viejos vicios que durante décadas se han incorporado en las administraciones como una forma normal de conducirse y crecer.
Uno de los últimos nombramientos de la doctora Claudia Sheinbaum, incluye precisamente el sustituto de Félix Medina. Esta responsabilidad recayó en Efraín Morales López, quien se venía desempeñando en el gobierno capitalino como Subsecretario de Servicios Urbanos.
Efraín cuenta con experiencia en la administración pública de la ciudad, además de que fue diputado local en la VI Legislatura.
Sin embargo, lo más importante, es que ha sido uno de los funcionarios de la administración encabezada por Sheinbaum que aplicó inmediatamente llegando la tolerancia cero a la corrupción. Acabando con moches, compadrazgos y todos esos vicios que ha repetido hasta el cansancio la Jefa de Gobierno que no caben en su administración.
Aplicó mano dura y tolerancia cero a viejos vicios, hizo entender a la gente que depende de él, que no habría margen de error para quien sucumbiera a las viejas prácticas.
Me cuentan que desde la primera reunión fue muy claro con los prestadores de servicios. Los citó en su oficina y les dijo en tono amable pero firme, que se olvidaran de los moches. Que ahora les bajarían a sus contratos el 10% pero en beneficio de la ciudad, además que ahora todo sería mediante licitación.
Así que todavía quedan hombres de honor.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
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