Hasta hace unos meses, la única constante en nuestro mundo era el cambio y éste se ha acelerado en los últimos años impulsada por inversiones masivas en tecnología y ciencia, un acceso más fácil a mercados globales y un cambio cultural general hacia la innovación, entre otros factores clave.
Aquellas organizaciones que entendieron estos cambios, que se adaptaron y brindaron soluciones a las necesidades de sus clientes basadas en productos y servicios innovadores, se beneficiaron. Las que permanecieron estáticas, o que impidieron las innovaciones, se han quedado rezagados o han desaparecido.
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Los eventos sanitarios de 2020 afectarán en muchas formas a empresas de todo tipo y de todos los sectores. Esto incluye a las consultoras y en particular a las que se desempeñan en la ingeniería e infraestructura. Además de los cambios constantes que caracterizaban el entorno en el cual se desarrollaban, ahora la palabra clave es la sobrevivencia.
La crisis por el COVID-19 acelerará los cambios a una nueva realidad en el ecosistema de la construcción. Muchas empresas están luchando con los descensos en la demanda, las restricciones y nuevos procedimientos de trabajo. Sin embargo, también es fundamental que los ejecutivos tengan la visión para entender lo que el futuro tendrá en términos de cambios en modelos de negocio y dinámicas de la industria.
La industria de la construcción, y su ecosistema más amplio que incluye a las empresas de consultoría, erige edificios, medios de transporte, hospitales, escuelas y prácticamente todos los bienes físicos que incrementan la calidad de vida de la población y que son la base de nuestras economías. Así, ha entregado con éxito proyectos cada vez más desafiantes, desde túneles submarinos hasta rascacielos. Sin embargo, la industria también ha tenido un desempeño insatisfactorio en muchos aspectos durante un periodo prolongado. La pandemia puede ser otra crisis que cause estragos en una industria que tiende a ser particularmente vulnerable a los ciclos económicos, políticos y sumamente ineficiente en sus operaciones.
El ecosistema de la construcción e infraestructura es el más grande del mundo y representa 13 por ciento del PIB mundial, pero el crecimiento de la productividad ha sido insatisfactorio, sólo de 1 por ciento anual en las últimas dos décadas según estudios publicados por la consultora McKinsey.
Proyectos y obras fuera de los tiempos planeados y los sobrecostos son la norma, y los márgenes totales, si es que se tienen, son sumamente bajos a pesar de la presencia de un riesgo significativo en las actividades de la industria. Es momento de tomar las decisiones que las empresas tenían identificadas, pero no se atrevieron a realizar. Ahora es decidir lo que habíamos identificado o simplemente sucumbir ante lo que se avecina.
Las tecnologías digitales pueden permitir una mejor colaboración, control de la cadena de valor, y un cambio hacia una toma de decisiones basadas en información y datos que se obtienen en tiempo real a través de plataformas especializadas. No mediante reportes en papel como tradicionalmente ha sido y que en lugar de alertar eventos que requieren acciones rápidas y certeras, reportan eventos históricos que ya sucedieron y que no son útiles por ser anticuados al grado de que podemos asociar el grado de obsolescencia de compañías por la cantidad de papel que utilizan para compartir la información internamente y con sus clientes.
Este tipo de modelos han cambiado la forma en que las empresas abordan las operaciones, diseño y construcción, así como se relacionan con socios y clientes además de contribuir con la transparencia y rendición de cuentas de las inversiones.
Las firmas de ingeniería deben mejorar la eficiencia, planear adecuadamente e integrar la fase de diseño con el resto de la cadena de valor.
Además de las plataformas colaborativas para compartir información, una forma adicional es el modelado de información de construcción (BIM) para crear esquemas tridimensionales completos (un “gemelo digital”) y agregar más capas como tiempo y costo, al principio del proyecto en lugar de terminar el diseño cuando se está en el proceso de construcción. El diseño paramétrico automatizado y las bibliotecas de objetos transformarán a la ingeniería. Al igual que en otras industrias, la pandemia está acelerando la integración de herramientas digitales en las empresas consultoras. ¿Cuántas de ellas serán catalogadas como obsoletas? Lo sabremos muy pronto. Para comenzar, un buen indicador de obsolescencia: es el uso del papel en sus operaciones.
POR MAURICIO JESSURUN SOLOMOU
EXPRESIDENTE DE LA CNEC
@CNEC_MEXICO