MUNDO DIGITAL

Los sordos y la pandemia

A ocho meses del inicio de la pandemia, ya existen en el mercado unos audífonos especializados para estos problemas que surgen a partir de unas circunstancias totalmente nuevas

OPINIÓN

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Armando Kassian/ Mundo Digital/ Opinión El Heraldo de México

Vamos a ver qué tienen en común los sordos, los cubrebocas, la tecnología y la velocidad.

Entiendo que usar un ejemplo personal quizá no sea lo más ortodoxo en cuanto a las buenas prácticas de columnistas, pero en este caso es perfecto para ejemplificar la relación que hay entre los sordos y los cubrebocas, que como se estarán imaginando no es una buena mezcla.

Yo escucho entre 35 y 40 por ciento de volumen de lo que una persona sin problemas de audición lo haría, y aunque utilizo auxiliares auditivos que compensan la pérdida, está muy lejos de ser una audición normal. Una de las cosas que más he padecido en esta pandemia es comunicarme con otras personas cuando traen el cubrebocas, simplemente porque no les entiendo, se escuchan ruidos, pero no alcanzo a comprender lo que están hablando en 60 por ciento de las veces.

Aquí es donde entra la tecnología. Hoy encontré un anuncio de una empresa que hace aparatos auditivos y que acaba de lanzar una modalidad para sus auxiliares. Lo que hacen es que cuando un usuario se comunica con alguien que lleva una mascarilla, la tecnología fabricada por esta empresa toma en cuenta el impacto de ésta, la distancia social y el ruido de fondo en la señal acústica para ofrecer una audibilidad y claridad del habla mejoradas. 

Le ha puesto como nombre “modo máscara”, y los estudios que realizó esta compañía muestran que ha resultado eficaz para resolver los desafíos de inteligibilidad del habla, derivados del uso del tapabocas. La nueva función puede ser aplicada por el mismo usuario, quien podrá elegirla cuando se encuentre hablando con alguien que usa mascarilla.

A ocho meses del inicio de la pandemia, ya existen en el mercado unos audífonos especializados para estos problemas que surgen a partir de unas circunstancias totalmente nuevas, para solucionar lo que antes no lo era, o simplemente no existía, aquí entra la velocidad

¿Cuánto nos hubiera tomado hace algunos años pensar en que podría haber una solución para esta situación? Si bien no es un problema muy popular, si hay un porcentaje significativo que estoy seguro de que lo está padeciendo. 

El siguiente paso será la accesibilidad a esta tecnología, que si bien ya está disponible en el mercado, los recursos necesarios para adquirirlos aún son elevados, creo que en algunos segmentos del mundo digital todavía queda mucho por trabajar.

POR ARMANDO KASSIAN 
@ARKASMI