COLUMNA INVITADA

Decidir juntos qué tipo de gobierno queremos

De cada doce personas que han muerto en el mundo por SARS-COV-2, una es mexicana

OPINIÓN

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Fausto Barajas / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

Si tenemos suerte, la economía nacional alcanzará una recuperación plena hasta 2025: nos faltan 5 años más de trabajo para llegar a donde estábamos en 2018, antes de la llegada de AMLO al poder.

Cerca de 16 millones de mexicanos cayeron o están por caer en condición de pobreza en 2020.

Este tipo de datos y hechos nos debería hacer reflexionar a fondo sobre lo que realmente queremos para el país.

Hay un grupo importante de simpatizantes del presidente que nunca van a cambiar de opinión. Pero hay otro segmento de simpatizantes con los que todavía se puede dialogar y razonar. A ellos habría que convencerlos de que se puede estar en contra de la corrupción y a favor de los pobres y, al mismo tiempo, criticar al presidente.

A ellos habría que decirles que al presidente se le dieron 30 millones de votos para reconstruir al Estado mexicano, no para destruir las instituciones y transitar hacia un caudillismo anacrónico y una economía estatista, estancada y atrasada.

¿Qué clase de gobierno debemos construir juntos?

Un gobierno con poca intervención, pero eficaz, que reconoce que el mercado es fundamental, pero no es suficiente para atender todas las problemáticas sociales del país.

Un gobierno que se basa y promueve el estado de derecho democrático y constitucional.

Un gobierno que brinda seguridad basada en el complimiento de la ley. Cumpliéndose la ley ganamos los ciudadanos, las empresas y todos.

Un gobierno garante y promotor de las libertades económicas y políticas para que las personas desarrollen su potencial.

Un gobierno que entiende que el problema de la pobreza se enfrenta con el desarrollo de las capacidades de las personas y que el gobierno juega un papel relevante para acercar las oportunidades con escuelas públicas dignas, servicios de salud accesibles y de calidad, con infraestructura pública funcional, seguridad pública cercana al ciudadano, así como justicia pronta, completa, gratuita e imparcial.

Un gobierno que busque el desarrollo humano sustentable, que acelere la transición energética y de la economía hacia un sendero de bajas emisiones y que prepare al país para enfrentar los riesgos climáticos.

Un gobierno que reconozca las desigualdades estructurales que vive México y que vea en la revolución tecnológica un camino para mitigarlas, un gobierno que no regala dinero, que lo invierte en sus ciudadanos.

Un gobierno que piense más en la siguiente generación y no solo en la próxima elección.

Un gobierno que no se asuste con la economía del conocimiento en la que vivimos, que la aproveche para meter de lleno al país en ella y que México se convierta en un polo de atracción de mentes innovadoras y capitales emprendedores a nivel global.

Un gobierno que recaude más y que gaste mejor.

Un gobierno al que no le asuste trabajar junto con la iniciativa privada para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, ni que tampoco le asuste la diversidad de pensamiento.

Dejémonos de lamentaciones por lo que no fue. Con la mirada hacia el futuro debemos reconocer que AMLO no era la solución, y comenzar a dialogar y decidir juntos qué tipo de gobierno queremos. Debemos construir esa opción desde ahora.

 

POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS

ESPECIALISTA EN POLÍTICAS PÚBLICAS

@FAUSTOBARAJAS

FAUSTO1707@YAHOO.COM.MX