Ferrocarril de Cuernavaca no es una ciclovía cualquiera, debido a que incluso algunos ciclistas intermedios se quedan en el camino o deben realizar varias pausas para poder continuar con el camino. Los que no están preparados pueden perder las fuerzas antes de llegar a uno de sus extremos para comenzar el ascenso.
Situada al sur de la Ciudad de México, esta pista comprende parte de lo que anteriormente era la vía férrea que conectaba Morelos con la capital del país. El 16 de junio de 1997 fue la última vez que se oyó a la locomotora pasar por este camino. En su lugar quedaron únicamente vías que sirvieron para que la gente se apropiara de ellas para llevar a cabo sus rutas a pie.
En 2004 este camino se convirtió en una ciclovía que en el plan original conecta hasta llegar a la zona de Azcapotzalco; sin embargo, en el entronque que hay con esta vialidad y la avenida Desierto de los Leones hay una zona que fue ocupada por varias familias, las cuales construyeron sus hogares en la zona y evitan el paso sobre esta.
Cómo llegar a la ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca
La mejor manera para poder llegar a este punto de la ciudad se encuentra a través de la avenida Insurgentes o la avenida Revolución. Sin importar si los interesados en visitar esta zona lleguen del norte o del sur, lo mejor es llegar hasta la intersección con la avenida Altavista, sitio donde iniciará el ascenso.
Se trata de una pendiente elevada que sin pausas puede durar hasta 16 minutos, pese a que sean solamente un kilómetro y medio de recorrido el que se hará. La mayor complicación se debe al tráfico, debido a que se debe compartir la vialidad con varios vehículos motorizados que siguen la misma ruta.
Una vez pasada el Anillo Periférico sigue una bajada continúa por casi un kilómetro y finalmente una subida corta, pero intensa. Los más inexpertos están en riesgo de acabar cansados en esta parte del trayecto. La prueba inicia a partir de ahora.
Recomendaciones antes de iniciar a rodar Ferrocarril de Cuernavaca
Para poder sortear esta prueba, se recomienda a los ciclistas contar con los siguientes elementos:
- Obviamente una bicicleta en buen estado, de preferencia con velocidades ajustables.
- Subir en vehículos como patines del diablo o patinetas no es recomendable.
- Llevar agua o alguna bebida hidratante.
- Haber comido bien, aunque no demasiado.
- No acudir de noche. Se han reportado asaltos.
- Ir en compañía de alguien más, sobre todo si se plantea completar la ruta.
La ciclovía es una una prueba para escaladores
Antes de comenzar, lo mejor es estirarse un poco, respirar profundo y prepararse para una ruta compleja, pero interesante. Al iniciar parecerá que todo es sencillo y el terreno casi plano; sin embargo, la recomendación es mantener una cadencia constante, pero que no ocasione ningún esfuerzo mayor.
Por ejemplo, si se tiene una bicicleta con siete velocidades, la recomendación será iniciar el trayecto con un ajuste en el número cuatro o cinco; es decir, en los platos intermedios o bajos. Esto evitará un mayor desgaste a la hora de iniciar la escalada.
Contrario a otras rutas, lo más duro llega al inicio del viaje, debido a que las dos mayores fuentes de agotamiento se dan durante los primeros minutos del recorrido. Se trata de dos puentes elevados.
Uno de ellos se encuentra en el cruce entre avenida Toluca y Rómulo O Farril
El segundo de ellos se encuentra en la intersección de Rómulo O Farril con Don Manuelito
Tan solo han pasado cerca de tres kilómetros dentro de la ciclopista y cerca de seis en el recorrido total desde la avenida Altavista; sin embargo, algunos suelen rendirse en este punto o quedarse sin fuerzas. Por tal motivo, es recomendable haber iniciado las cuestas con una velocidad mucho menor de lo acostumbrado.
Para evitar lesiones o una pronta fatiga, lo mejor es subir con un ajuste en los platos en los números tres o cuatro. Al bajar de estas pendientes, la recomendación es quedarse un plato más abajo de lo acostumbrado.
Ya ha pasado lo peor, pero la prueba sigue siendo una constante extrema
No habrá alguna pendiente tan elevada en todo el viaje, ni otro puente; sin embargo, en todo el recorrido habrá una subida constante que ocasionará un desgaste en las piernas. Por si fuera poco, dependiendo del día en el que se decida iniciar esta prueba, los ciclistas se encontrarán con diversos obstáculos.
Este punto es usado como paso peatonal para las personas que viven cerca de esta vialidad, lo cual da como resultado que haya varias personas caminando por ella. Por tal motivo, el ritmo de ascenso debe ser lento. Además, al ser una vía de doble sentido ocasiona la necesidad de estar pendiente de los que bajan en sus bicicletas a una velocidad mayor.
La zona se complica aún más dependiendo del día, ya que hay diversas escuelas cercanas a este punto, una de ellas es la Escuela Secundaria Diurna Nº 302 "Luis Donaldo Colosio Murrieta", la cual se encuentra justo frente a la ciclovía. Justo a la hora de salida y de entrada de este recinto, la concentración de personas hace casi imposible circular de manera adecuada.
Los jueves, sábados y domingos hay diversos puntos donde se colocan tianguis a un costado del a ciclovía, lo cual ocasiona que algunos incluso tengan que bajar de sus bicis. Las zonas con más afluencias son las que se encuentran en las colonias Pedregal de San Nicolás, San Nicolás Totoloapan, Lomas Altas de Padierna y Chimilli.
Un punto ciclista para ver toda la CDMX
Una vez pasado este tramo el recorrido se vuelve más tranquilo, aunque más solitario. Es en este punto donde se encuentra uno de los puntos más importantes para los amantes de la velocidad, debido a que se encuentra la Estación Ciclovía Recreativa CDMX, uno de los puntos establecidos específicamente para los atletas que buscan hidratarse, comer o buscar alguna reparación.
A lo largo de la vía hay diversos talleres, pero estos la estación representa también una huella de historia; ya que era uno de los puntos en los cuales hacía parada el tren originalmente. Además de disfrutar del descanso, los que llegan a esta zona pueden respirar un aire menos viciado y estar frente a las vistas panorámicas de la Ciudad de México.
Unos kilómetros más adelante es donde el fruto de los esfuerzos comienzan a ser notorios, debido a que esta ruta regala puntos como el Mirador de Tlalpan, uno de los puntos donde se puede ver con mejor detalle la ciudad por entero y posteriormente el Paso a Mictlán, un par de formaciones rocosas que se encuentran a los costados de la pista que son acompañadas de una escultura que aparenta ser prehispánica.
El segundo punto para tomarte la selfie en bici
Hasta este punto, la pendiente seguirá de manera constante, por lo que no mantener una ritmo pausado puede ocasionar problemas para los que se encuentren menos preparados y hayan gastado sus fuerzas en los puntos previos.
El segundo punto importante en la zona es la Cicloestación de Magdalena Petlacalco, en la cual se pueden encontrar los mismos servicios que hay su símil encontrado más abajo.
Unos metros más adelantes se puede encontrar un vagón del tren que fue abandonado en la zona y que no ha sido retirado hasta el momento. Se ha convertido en uno de los sitios que los ciclistas reconocen como una de las metas en este recorrido.
Solo los más rudos llegan hasta aquí
El tercer punto de control, la Cicloestación el Sifón, es uno de los más duros de alcanzar, debido a la fatiga acumulada durante todo el camino. Hasta entonces, los ciclistas que afrontaron este reto habrán llegado a transitar más de 67 kilómetros y medio. Pese a que es una ruta incluso menor a un día de ida y vuelta en el Paseo Dominical Muévete en Bici, su complejidad se debe a la pronunciada pendiente que se ha seguido hasta entonces.
Sin detenerse y a una velocidad sin cambios, se prevé que el recorrido tenga un total de tres horas 22 minutos; no obstante, son pocos los que aguantan este ritmo, por lo que los tiempos pueden varias de tres hasta cuatro o cinco horas, debido a las pausas para descansar.
Este se considera el final del trayecto para muchos, aunque hay algunos que gustan de avanzar unos kilómetros más a través de la Cicloestación Parres para circular por el último trayecto de la Ciudad de México para llegar a los límites entre la entidad y Morelos.
Llegar a este último punto es una prueba mayor, debido a que se habrán recorrido 80 kilómetros solamente en la ciclovía. Esto son aproximadamente 10 kilómetros menos de los que conectan a Hidalgo de la Ciudad de México. En este punto justo comienza una bajada que permite un tránsito más fácil para los viajeros.
No obstante, esta zona deberá subirse para emprender el regreso al punto de partida, lo cual se complicará para muchos, debido al cansancio acumulado. Pasar este punto es casi una garantía para regresar, debido a que toda la pendiente ahora será favorable para que incluso haya diversas zonas en las que no será necesario pedalear para poder llegar al lugar desde donde inició esta aventura.
Antes de iniciar el descenso final, los más preparados para esta labor habrán gastado casi cinco horas, en caso de que no hayan descansado. El bajar se reducirá a un recorrido de aproximadamente una hora y media o dos horas, dependiendo de los obstáculos.