A finales del año pasado los bajacalifornianos protagonizaron un debate principalmente en redes sociales, luego de leer y escuchar una propuesta de iniciativa de reforma a la Constitución, hecha por un diputado independiente del Congreso local, Miguel Ángel Bujanda, quien propuso cambiar la capital estatal de Mexicali a Tijuana bajo el argumento de que la segunda es la quinta ciudad más grande del país (cosa que es cierta), pero… ¿valdrá la pena el cambio?
De acuerdo con el diputado (apoyado por algunas voces en redes sociales), el cambio sería benéfico por tratarse de Tijuana, una ciudad grande, muy poblada, industrialmente próspera y sobre todo, localizada en uno de los bordes fronterizos más importantes entre México y Estados Unidos. La idea llegó a oídos del alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, quien pidió a los diputados que “mejor se pusieran a trabajar en cosas más importantes”.
La polémica desde luego también alcanzó al Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien fiel a su costumbre consideró viable “consultar al pueblo” ya que él mismo se considera como un “empleado del pueblo”.
El ex panista Bujanda insistió en que su propuesta fue para desahogar de problemas a la capital y dotar de mayor responsabilidad a Tijuana ya que (de acuerdo con él), llegan muchos problemas desde allá que podrían atenderse en aquella ciudad y con ello “bajar mayores recursos a la ciudad”. Además informó que su proyecto debería someterse a consulta pública, con el aval de al menos 1.5 por ciento del padrón electoral, el gobernador Bonilla o dos ayuntamientos (cosa que no ha sucedido).
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Una falta de respeto: Del Pilar
Mientras tanto, la exalcaldesa de Mexicali y ahora candidata a la gubernatura por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Marina del Pilar, indicó en su momento la falta de respeto hacia sus gobernados, la ciudad y para todo Baja California.
Del Pilar informó que “no son competencias ni vencidas” y puso énfasis en que hay más retos por vencer en la ciudad capital que preocuparse por si le quitan su importancia administrativa.
“Hay temas más importantes como son: la salud, la pandemia, la reactivación económica y las acciones en materia de seguridad pública”, sentenció.
La iniciativa se turnó al Congreso local para discutirse en noviembre de 2020, sin embargo, al parecer no logró los consensos necesarios para su aprobación y se encuentra en la congeladora.
¿Tú qué piensas? Sería una buena idea el cambio o sólo fue una muy mala propuesta.
BAR