Más allá del área metropolitana de Guadalajara, Jalisco, en la actual administración de Enrique Alfaro, se desatiende a los municipios en tareas primordiales como la seguridad, lo que deja a la población a merced de grupos de la delincuencia organizada.
Un caso emblemático es lo que sucede en Jilotlán de los Dolores, donde no se ha podido garantizar la gobernabilidad y la seguridad, lo que provocó la renuncia de candidatos en el proceso electoral.
El consejo municipal, integrado por el Congreso local, tiene constantes cambios, debido a la presión que ejercen los delincuentes.
En Jalisco, todo queda entre amigos
Las renuncias de las planillas se dieron una a una, bajo amenazas que ponían en riesgo a los candidatos a regidores y sus familias, y así dejaron de contender por un lugar en el cabildo.
Pero esta situación de violencia, incertidumbre y falta de atención de la administración estatal en el municipio no es el único caso.
Sin cese alguno, la violencia que aqueja al municipio de Teocaltiche, en la zona Altos Norte, cada vez va en aumento, sin que se haya logrado contener desde el gobierno del estado, lo que obliga a pedir el auxilio de fuerzas federales que ya circulan por las calles de este lugar.
Con dos grupos antagónicos que se disputan el territorio, Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cada vez es más frecuente que se registren enfrentamientos.
En el más reciente se lograron asegurar ocho vehículos, tres de ellos con blindaje artesanal, y en uno, siete cuerpos sin vida.
Rubén Ortega Montes, profesor del Departamento de Justicia y Derecho del Cuciénega, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), señaló que la administración estatal no debe ignorar su responsabilidad en materia de seguridad, que se mandata en el artículo 21 constitucional, que obliga a la coordinación de los tres niveles de gobierno.
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“En los últimos tiempos se ha hecho más visible la disputan por estos territorios. Esta parte la tenían en su poder carteles del noroeste, pero, día con día, fue incrementándose la presencia del CJNG y también del Cártel que había en Sinaloa”, señaló.
“Se incumple con el pacto social que se marca en la Constitución”, insistió el experto que es también miembro del Observatorio de Seguridad y Justicia.
Teocaltiche, un municipio del norte del estado, cuya población es de 26 mil 726 habitantes. Es el paso más seguro, por su naturaleza y orografía, en donde se puede ocultar el movimiento de vehículos y es el camino hacia Nuevo Laredo y Texas, que son de los cruces por donde se puede camuflajear por la serranía.
Ahora, Los Zetas, que anteriormente estuvieron con presencia en estos territorios, lo que buscan es retomar el control en el norte de Jalisco.
PAL
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