TSUNAMI

Estas son las alertas de tsunami más aterradoras que hay en el mundo, ¿ya conoces la de México?

La activación de las alertas tiene como objetivo que la población pueda reaccionar a tiempo y ponerse a salvo instantes después de un siniestro

MUNDO

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Efectos del devastador tsunami que afectó la costa occidental de Japón en marzo de 2011. FOTO: Especial Créditos: Especial

Los tsunamis son una serie de olas que se producen por una perturbación en la superficie del mar; pueden ser generados por una erupción volcánica, derrumbes costeros, deslaves submarinos o el impacto de un meteorito. Aunque el fenómeno más común por el cual se originan son los sismos, que provocan deformaciones del fondo marino.

Como ejemplo, los sismos generan aproximadamente el 99% de los tsunamis ocurridos en el Océano Pacífico, la zona de mayor actividad sísmica y volcánica del mundo. Razón por la cual, muchos de los países que cuentan con costas en esta zona del planeta han puesto en operación sus sistemas de alerta de tsunami con el objetivo de prevenir a su población y alertarlos de un peligro inminente.

Países como México, Chile, Estados unidos, Japón y Nueva Zelanda, todos ubicados en la región del pacífico, cuentan con sistemas de prevención y de alerta de tsunami, los cuales se mantienen en contacto permanente con los demás servicios de emergencia, con los cuales coordinan las labores de actuación ante un siniestro. Estas alertas, cuando se requieren, son activadas mediante un sistema de alarmas colocadas en diferentes puntos de las costas y emiten un sonido particular, cuyo objetivo y finalidad es la de avisar a la población de la llegada de un tsunami.

Los centros de alerta de tsunamis en el mundo

El término tsunami, que en español significa ola de puerto, proviene del japonés Tsu, que significa puerto o bahía, y Nami que significa ola, también se les llama maremoto. Un sismo es capaz de generar un tsunami cuando la liberación de energía ocasiona que se rompa una porción extensa del fondo marino, con un movimiento ascendente o descendente, siendo transmitido este movimiento a la superficie del mar.

Una vez que el tsunami se ha generado, este se propaga en todas direcciones con una velocidad de hasta 800 km/h aproximadamente, a una profundidad de 5 mil metros. Modificando su comportamiento al aproximarse a la costa, donde la velocidad de propagación disminuye a consecuencia de la menor profundidad, pero aumentando la altura de sus olas.

Esto puede ocasionar inundaciones repentinas o una retirada del mar, seguida de una inundación que puede penetrar varios kilómetros de tierra, con alturas de hasta 30 metros. Tal como ocurrió recientemente en los terremotos de Indonesia en 2004 y de Japón en 2011, los cuales generaron tsunamis que provocaron la muerte de más de 240 mil y 16 mil personas respectivamente.

Debido al gran riesgo que los tsunamis representan para las costas mexicanas, se creó en México el Sistema Nacional de Alertas de Tsunamis, el cual depende de la Secretaría de Marina (Semar), con su centro operativo denominado Centro de Alerta de Tsunamis, el cual opera las 24 horas del día, los siete días de la semana monitoreando la actividad sísmica en el territorio nacional.

También registran las variaciones del nivel del mar, lo que permiten evaluar el potencial de generación o existencia de un tsunami, de esta manera disemina la información por medio de boletines informativos de alerta, de seguimiento y de cancelación de alerta; sus fuentes son el Servicio Sismológico Nacional, el Centro Nacional de Información de Sismos de Estados Unidos y el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico.