El joven de 18 años, Axel Rudakubana, fue condenado a 52 años de prisión después de que asesinara a tres niñas que se encontraban en una clase de baile con temática de Taylor Swift a las 11:45 de la mañana del 29 de julio de 2024 en Southport en Inglaterra.
De acuerdo con la reconstrucción de los hechos de las autoridades británicas, Axel irrumpió la clase de baile donde se encontraban 26 menores de edad, de las cuales el joven intentó a atacar a otras ocho además de las que perdieron la vida, así como a dos adultos que intentaron rescatar a las menores de edad.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Bebe King, de 6 años; Elsie Dot Stancombe, de 7 años; y Alive da Silva Aguilar, de 9 años; quienes sufrieron graves heridas y perdieron la vida. Más de 40 familiares de las menores asistieron al dictamen de sentencia del joven que les quitó a sus hijas, nietas, sobrinas.
El ataque tuvo una duración de 12 largos minutos, donde el joven persiguió sin cesar a las menores, algunas de las víctimas recibieron hasta 12 puñaladas con un cuchillo de metal de 20 centímetros de longitud, las agresiones fueron tan violentas que incluso presentaron huesos rotos por el enfrentamiento.
De acuerdo con el medio inglés The Guardian, los padres de Axel habrían llamado a la policía local de cuatro a seis veces en seis meses antes del hecho violento, para pedir ayuda con temas relacionados con el joven. En una de esas ocasiones, la policía lo atrapó con un cuchillo en un autobús, sin embargo, solo fue escoltado hasta su casa y le pidieron a su madre mantener los cuchillo fuera de su alcance.
La sentencia de Alex
El tribunal de la corona de Liverpool, dio a conocer la sentencia la tarde de este jueves 23 de enero, un mínimo de 52 años antes de poder pedir libertad condicional o arraigo domiciliario solo si la Junta de Libertad Condicional considera que ya no es un peligro para la sociedad. El joven no dio ninguna declaración ni se posicionó en el banquillo de los acusados, sin embargo, durante el dictamen de sentencia pidió ayuda de un paramédico por un supuesto dolor en el pecho.
No se le pudo imponer cadena perpetua al jóven debido a que al momento de perpetrar su delito tenía 17 años, le faltaban 9 días para cumplir la mayoría de edad, por lo que tendría 70 años para cuando podría quedar libre. Sin embargo, el juez, Sr. Justice Julian Goose afirmó a los medios que:
"Es probable que nunca sea liberado y que esté bajo custodia toda su vida. (...) Fue una violencia tan extrema, de una gravedad tan extrema y excepcionalmente alta que es difícil comprender por qué se hizo.”
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