Jennifer tenía 27 años, estaba casada y un día, de la nada, su esposo la reportó como desaparecida, por lo que se organizó con su hermana e hijos para buscarla por toda la ciudad de Lampertheim, en Alemania. Lo que nadie sospechó fue que el responsable de su ausencia estaba justo ahí, a la vista de todos.
El periódico Bild relató que Patrick S., de 27 años, asesinó a su joven esposa ahorcándola hasta la muerte el 27 de febrero de este año. Una vez que vio que ya no respiraba, sacó el cuerpo de casa y lo llevó a la ciudad vecina de Biebesheim am Rhein; ahí, lo escondió entre unos arbustos y volvió.
El cadáver de Jennifer, que soñaba con ser bailarina, fue hallado unos días después y su esposo fue detenido al considerarlo el principal sospechoso, a pesar de que él mismo había reportado la desaparición e incluso lideró un grupo de búsqueda por el rio Rin con la 'esperanza' de encontrarla con vida.
Y es que una vez que la mató, Patrick -quien es pintor profesional- tomo el teléfono de su mujer y le envió un mensaje a su hermana para decirle que iría a pasear cerca del río.
Pensó que no sospecharían de él
De acuerdo con dicho medio, el hombre creyó que nadie sospecharía de él si se mostraba preocupado y desesperado por encontrarla, sin embargo, no tomó en cuenta que ya tenía antecedentes de haber lastimado a su joven esposa y al desaparecer ella, todas las miradas apuntarían hacia él.
Bild recogió testimonios de la audiencia del caso, que comenzó el pasado 12 de octubre, en las que afirman que el 8 de enero de 2020, Patrick se disfrazó de ladrón e ingresó a su propia casa, ahí, acuchilló a Jennifer un par de ocasiones ante la mirada de su pequeño hijo, que entonces tenía 5 años.
El caso fue cerrado porque Jennifer no quiso testificar, pero sí admitió que reconocía a su esposo como el hombre que había entrado a su casa.
Unn año después, Jennifer murió a manos de su marido porque consideraba que era extremadamente celoso y ella ya quería terminar la violenta relación; sin embargo, Patrick le arrancó la vida estrangulándola hasta que dejara de respirar, pues creía que si ella no estaba con él, entonces no debería estar con nadie.
Patrick no se declaró culpable en la audiencia, aunque se le imputan los delitos de asesinato y lesiones, no obstante, si reconoció que era una persona celosa y que tenían algunos problemas maritales, aunque aclaró que un día antes de la desaparición de su esposa, ella había decidido darle una nueva oportunidad.
Con información de Bild
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