CONSEJOS PARA PADRES

¿Cómo saber si mi hijo necesita lentes? Estas son las señales que no debes ignorar

Una mala visión puede afectar gravemente la vida de tu hijo y aunque las señales para identificar algún problema son muy fáciles de detectar, muchas veces se suelen ignorar

ESTILO DE VIDA

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Salud de los niños.Tu hijo puede no reconocer que tiene mala vista; descubre las señales con las que puedes detectar si necesita lentes. Créditos: Pexels

Una mala visión no es exclusiva de los adultos, ya que muchos niños pueden tenerla desde muy temprana edad, pero para detectar que algo está fallando en su visión necesitarán ayuda de sus padres y de profesionales de salud, pues a veces ni para ellos mismos es fácil detectar que su capacidad para ver con claridad está afectada. Es por ello que te compartimos algunas de las señales que no debes ignorar y que pueden ser una advertencia que tu hijo necesita usar lentes. 

Aunque los lentes no son del agrado de muchas personas, en especial de los más pequeños, en ocasiones son más que necesarios para poder desenvolverse de forma correcta en el ambiente, así como mejorar la calidad de vida, sobre todo en espacios en los que la vista y otros sentidos tienen que estar activos. Uno de los ejemplos perfectos es el ir a la escuela, ya que de sentarse lejos del pizarrón, serán incapaces de leer con claridad lo que los profesores anoten; por supuesto, esto también incluye las clases virtuales, pues los menores pueden acercarse demasiado a la pantalla para tomar sus apuntes. 

Poner el dedo en el renglón para no perderse puede ser una de las señales de mala visión. (Foto: Pexels)

Por lo que si quieres saber si tu hijo necesita usar lentes para mejorar su calidad de visión, debes prestar atención a las señales que inconscientemente te está dando tanto con su comportamiento como con sus gestos, entre los que destaca el entrecerrar los ojos para tratar de ver objetos que están a la distancia. Lo ideal al detectar los primeros síntomas de una mala vista, es ir con el oftalmólogo para que detecte cuál es el problema. 

Cabe destacar que la salud de los ojos incluye muchos factores y entre las enfermedades más comunes que pueden afectar la vista destaca la miopía, astigmatismo o el estrabismo, por mencionar algunas; mientras que hay casos más graves que requieren intervenciones quirúrgicas, pero esto sólo lo pueden diagnosticar y determinar los expertos de la salud. 

Presta atención a cómo lee

La lectura es uno de los momentos en los que se puede detectar si tu hijo no tiene una buena visión y para ello hay prestar atención a dos principales factores; el primero de ellos es la distancia a la que lee, ya sea desde su asiento al pizarrón como en los libros de texto o sus apuntes. Por supuesto, es más fácil que desde casa se detecte una mala vista en este segundo ejemplo, pues basta con observar si a la hora de leer, acerca demasiado el libro a sus ojos o incluso los entrecierra. 

Mientras que la otra señal a detectar en la lectura es cómo lo realiza, para ello puedes pedirle que lea en voz alta para identificar si no logra leer con claridad a pesar de tener el libro a una distancia prudente; asimismo, si tu hijo se ayuda del dedo para no perderse de renglón, podría ser una de las señales de alarma. 

Los lentes mejorarán su calidad de vida y desarrollo. (Foto: Pexels)

Dolores de cabeza

Los dolores de cabeza pueden detonarse por múltiples factores y uno de ellos se relaciona con la posibilidad de que los niños necesiten usar lentes, pues según señalan los expertos, el no ver con claridad puede causar este malestar no sólo por un campo de visión limitado, sino también por el estrés que los menores pueden sufrir debido a su mala vista. 

Algunas de las zonas de la cabeza en las que se puede presentar el dolor es en las sienes y en la nuca, algo que se puede llegar a combinar con un parpadeo más frecuente de lo usual. 

Frotación en los ojos

Otra de las señales físicas es cuando los menores se frotan mucho uno o los dos ojos, ya que esta actividad suele presentarse cuando los ojos están "cansados" debido al esfuerzo que realizan por enfocar con claridad o incluso porque le lastima la luz. Al detectarlo es muy importante preguntar al niño qué es lo que pasa y prestar atención a otros síntomas, pues puede tratarse solamente de alguna infección. 

Por otro lado, los ojos también pueden revelar que algo está mal en la vista sin que necesariamente el menor presente malestar, un ejemplo es que suelen estar rojos, presentan lagrimeo, no se mueven a la vez, tienen pupilas de diferentes tamaños e incluso pueden cambiar de color, o bien, comienzan a tener bizquera, esto último especialmente en bebés. 

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