MASCOTAS

3 claves para que los niños y los gatos se lleven bien

El vínculo entre niños y gatos puede ser inquebrantable, pero es necesario tener en cuenta algunos detalles.

ESTILO DE VIDA

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Mascota, Gato, Niños.Foto: Pixabay

La convivencia entre una mascota y nuestros niños será fructífera, siempre y cuando instauremos una educación enmarcada por un vínculo recíproco e igualitario entre ambas partes, más cuando se trata de un gato. Es que los felinos tienen un carácter primado por la independencia y tener pocos amigos, por lo tanto, si algo no le gusta no dudará en sacar sus uñas y lastimar a cualquier persona, inclusive a infantes.

Además, convivir con un gato puede ser una extraordinaria oportunidad para que los niños puedan descubrir, a través de la empatía con él y de la comprensión de la manera de ser de un felino, el respeto por el espacio del otro aprendiendo a educar a un animal con responsabilidad y valorando la vida ajena. Cuando los chicos se crían entre animales surge en ellos un punto de vista muy positivo y muy rico sobre el concepto de la convivencia, el respeto y los cuidados hacia el otro.

En el caso del gato, distintos estudios han comprobado que están repletos de virtudes para poder entenderse con niños, por lo que resultará vital consolidar ese vínculo y regarlo a diario con buenas enseñanzas. Aunque lo cierto también es que los pequeños pueden alterar el comportamiento de felinos, generando conflictos y transgrediendo normas.

Siguiendo esta línea, el gato comprende tempranamente que algunas cosas no las debe hacer en nuestra presencia, y que cuando está presente el chico solo se puede actuar de otra manera. Las cosas que esta mascota no debe hacer han sido pautadas por alguna razón y las normas deben ser respetadas por todos, como principio básico. Uno de los conflictos más comunes se relaciona con el respeto al espacio individual y propio del animal. En este caso, no se lo debe interceptar, ni limitar, abrazándolo sin escapatoria y forzándolo a quedar inmovilizado. Forzarlo genera un rechazo instantáneo en el gato produciendo advertencias agresivas con arañazos y mordiscos.

Foto: Pixabay

Mientras que por otro lado, esta mascota considera que su grupo familiar de humanos también es parte de su conjunto de convivencia. Es por eso que marcan a los humanos restregando su cara contra las piernas, identificando con feromonas lo que consideran su propiedad. Esta actitud también determina las relaciones del gato y los niños. Los felinos protegen a los chicos, los sienten parte de sus humanos, amigos, familiares y crías propias. Por eso les tienen más paciencia y suelen preferirlos para dormir a junto a ellos.

Foto: Pixabay