La mastitis es una inflamación de uno o varios lóbulos de la mama, puede o no estar acompañada de una infección. Suele ser una de las razones por la que las mujeres abandonan la lactancia, normalmente por falta de información.
Menos del 10% de las mujeres llegan a tener mastitis durante el tiempo que amamantan y suele ocurrir antes de las 12 semanas del bebé. Comienza con un conducto obstruido o congestión mamaria que no se atiende de forma adecuada, así como cuando mamá tiene grietas y no corrige su agarre.
Si una mastitis no se corrige en sus inicios, puede generarse una infección bacteriana. Las bacterias pueden entrar a través de las grietas, mediante los conductos galactóforos.
Los síntomas de la mastitis pueden empezar en el siguiente orden:
- Dolor
- Grietas
- Congestión mamaria (se empiezan a poner muy duras)
También puede aparecer de manera repentina con dolor intenso, inflamación y fiebre en un cuadrante de la mama
Es importante saber que los síntomas suelen acompañarse de algunos semejantes a un cuadro de gripa: fiebre, escalofríos, malestar general, debilidad, fatiga, náusea y/o vómito.
¿Cuál es el tratamiento para la mastitis?
NO dejes de consultar a tu médico, pero ayuda:
- Atenderte dentro de las primeras 24 horas
- Continuar con la lactancia materna (no se pasan las bacterias a bebé)
- Aplicar calor local y dar masaje haciendo presión
- Extraer un poco de leche de forma manual
- Verificar que el agarre de bebé esté bien
- Aplicar fomentos fríos después de que come bebé
- Tomar analgésicos como ibuprofeno (SIEMPRE consultar a tu médico antes)