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¿Es lo mismo narcisismo que trastorno narcisista?

El narcisismo es parte de lo que nos hace humanos, sin embargo, cuando llega a extremos, puede volverse una condición destructiva tanto para la misma persona como para quienes lo rodean

¿Es lo mismo narcisismo que trastorno narcisista?
Foto: Especial

El término narcisismo es algo que en la actualidad escuchamos por todos lados tanto en conversaciones casuales como en redes sociales o hasta en análisis sobre las relaciones personales.

La Dra. Lorena Reyes Santos, psiquiatra del Centro Médico ABC, señala que el término narcisismo se puede entender como un espectro, debido a que todos tenemos cierto grado de narcisismo, lo que es completamente normal.

El narcisismo es una parte importante de nuestra autoestima y regulación emocional, ya que un narcisismo sano nos ayuda a sentirnos seguros de nosotros mismos, a establecer límites y a perseguir nuestras metas.

Pero el problema comienza cuando este rasgo se magnifica y cruza la línea hacia lo que se denomina como trastorno narcisista de la personalidad, es decir, una condición clínica que afecta la forma en que las personas perciben y se relacionan con los demás.

Narcisismo sano vs narcisismo patológico

Al hablar del narcisismo en niveles sanos, nos referimos a una herramienta que nos impulsa a cuidarnos, buscar logros y proteger nuestra autoestima, por ejemplo, sentir orgullo por un logro personal o querer proyectar una buena imagen en el trabajo, a esto se le conoce como narcisismo funcional.

Pero, por otro lado, también existe el narcisismo patológico que se caracteriza por:

  • Un sentido exagerado de importancia propia: las personas con trastorno narcisista suelen creer que son únicas, superiores o merecedoras de un trato especial.
  • Necesidad excesiva de admiración: buscan de manera constante elogios y validación por parte de las demás personas.
  • Falta de empatía: tienen dificultad para entender o considerar los sentimientos y necesidades de los demás.
  • Relaciones superficiales: sus vínculos suelen estar basados en lo que pueden obtener de las personas, más que en conexiones genuinas.

El desarrollo de este tipo de narcisismo puede llevar a relaciones tóxicas, aislamiento social y una profunda insatisfacción personal.

Así, a pesar de que, en apariencia, pueden parecer personas confiadas y seguras, en realidad esconden una autoestima frágil y una constante necesidad de validación externa, señala la Dra. Reyes.

La evolución del trastorno narcisista de la personalidad

El trastorno narcisista de la personalidad es una condición que no aparece de la nada, sino que es el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunos de los que pueden contribuir a su desarrollo son:

Factores genéticos y biológicos

  • Hereditarios: existen indicios de que los trastornos de la personalidad, incluyendo el trastorno narcisista, tienen un componente genético, así que es posible que contar con un familiar directo con esta condición aumenta el riesgo de desarrollarla.
  • Alteraciones neurobiológicas: existen estudios que sugieren que el trastorno narcisista puede relacionarse con desequilibrios en el sistema de neurotransmisores del cerebro.

Factores ambientales en la infancia

  • Modelos de crianza extremos: tanto la sobrevaloración excesiva en la que los padre idealizan o ensalzan a su hijo sin un fundamento realista, así como las crítica constantes o el rechazo, pueden resultar en que el pequeño desarrolle un sentido de grandiosidad desproporcionado o mecanismos de defensa narcisistas respectivamente.
  • Falta de límites claros: cuando los padres no establecen límites apropiados o que sobreprotegen al niño, dejándolo sin oportunidades para experimentar frustración puede contribuir al desarrollo de actitudes egocéntricas e incapacidad para lidiar con críticas.
  • Trauma emocional: experiencias adversas tempranas como abuso emocional, negligencia o pérdida de figuras importantes pueden llevar al niño a construir una autoimagen inflada como mecanismo de defensa.

Influencias sociales y culturales

  • Sociedades que priorizan el éxito y la apariencia: en algunas culturas la competencia, el logro personal y la validación externa son muy valorados, lo que puede aumentar la predisposición al desarrollo de características narcisistas.
  • Exposición a modelos narcisistas: crecer en un ambiente con figuras autoritarias o narcisistas puede fomentar el desarrollo de estos patrones conductuales, debido a que la observación e imitación permiten que los niños imiten estas conductas.

Es importante destacar que el desarrollo del trastorno narcisista de la personalidad rara vez es resultado de un único factor y en la mayoría de los casos se trata de una interacción compleja entre predisposiciones genéticas y biológicas con factores ambientales y sociales.

La Dra. Reyes comenta que la infancia juega un papel crucial y es importante notar que no todas las personas con rasgos narcisistas desarrollarán un trastorno narcisista, ya que solamente el 5% de la población se diagnosticará con esta condición.

Cuando el narcisismo llega a niveles patológicos, puede tener efectos negativos en las relaciones de la persona que los ha desarrollado, por ejemplo, dificultades para mantener relaciones sanas y equilibradas a raíz de la falta de empatía o por su tendencia a manipular a los demás para satisfacer sus propias necesidades.

Una persona narcisista también puede ser percibida como manipuladora o egoísta, lo que puede dificultar la formación de vínculos genuinos, afectar las amistades y las relaciones laborales.

La correcta atención del trastorno narcisista

Uno de los mayores desafíos del trastorno narcisista de la personalidad es que las personas que lo padecen muy rara vez buscan ayuda por voluntad propia. Esto se debe a que su misma condición hace que suelan creer que no tienen un problema y que son las demás personas las que deben cambiar.

Generalmente, estas personas llegan en busca de un proceso de psicoterapia debido a que la familia o la pareja se los pide o bien, buscan ayuda para manejar otros trastornos que le acompañan.

Para llegar al diagnóstico, se realiza una evaluación clínica exhaustiva que incluye entrevistas y cuestionarios para analizar los rasgos de personalidad, así como las posibles comorbilidades que se pueden desencadenar por este trastorno, como la ansiedad, depresión o, incluso, abuso de sustancias.

Una vez con el diagnóstico, el tratamiento se suele centrar en la psicoterapia, especialmente en las variantes:

  • Terapia cognitivo-conductual: ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento disfuncionales.
  • Terapia focalizada en la transferencia: permite explorar las relaciones interpersonales y la dinámica emocional en un entorno seguro.
  • Psicoterapia basada en la mentalización: ayuda a mejorar la capacidad de empatizar con los demás y comprender las emociones propias y ajenas.

Adicionalmente, es importante brindar tratamiento a las diferentes comorbilidades que se pueden presentar por el trastorno de la personalidad, esto con frecuencia puede requerir de tratamiento farmacológico indicado por un médico psiquiatra.

Un adecuado tratamiento puede ayudar a que las personas desarrollen un mejor autoconocimiento, mejoren sus relaciones y reduzcan sus comportamientos problemáticos, concluye la Dra. Reyes.

El narcisismo es parte de lo que nos hace humanos, sin embargo, cuando llega a extremos, puede volverse una condición destructiva tanto para la misma persona como para quienes lo rodean, por este motivo es importante buscar atención psicológica o psiquiátrica en caso necesario.

El Centro Neurológico del Centro Médico ABC cuenta con especialistas enfocados en brindar atención a personas que viven con trastorno narcisista de la personalidad, así como las diferentes comorbilidades que puede desencadenar.

VVM

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