Sin lugar a dudas nuestro estilo de vida depende que nuestros últimos años sean los menos difíciles al mantenernos activos e independientes, o postrados en una cama.
Pese a que existen muchos factores, son dos los principales los que pueden limitar nuestra movilidad e incrementar nuestra fragilidad. Se trata de la obesidad y la sarcopenia.
Hay que señalar que el 40 por ciento de los adultos mayores tienen obesidad, sin embargo lo más preocupantes es que una gran cantidad de ellos también sufren de sarcopenia, la cual se refiere a la pérdida de masa muscular que se produce con la edad, que se acelera en en adultos mayores.
Por otro lado la sarcopenia suele estar acompañada de dinapenia (pérdida de fuerza) y kratopenia (pérdida de potencia).
Por tal razón si tenemos menos masa muscular, tendremos menos fuerza y potencia, y si le añadimos un aumento de grasa en forma de obesidad dará como resultado una potencial pérdida de movilidad.
¿Cómo evitar estos problemas?
Un estudio muestra cómo los adultos mayores con obesidad y sarcopenia pueden desarrollar un mayor riesgo de caídas y fracturas en comparación con los que muestran solamente una de las dos.
Por tal motivo es muy importante que los adultos mayores que no tienen ni obesidad ni sarcopenia tengan un menor riesgo de caídas y fracturas.
Es sumamente importante que para evitar este tipo de problemas de salud en edades avanzadas se realice un entrenamiento de fuerza, el cual consiste en fortalecer los músculos por medio de una rutina de ejercicios equilibrada que incluya actividades aeróbicas y ejercicios de flexibilidad.
Por otro lado también es muy importante tener un estilo de vida activo y una nutrición adecuada que controle el peso corporal y evitar así una carga de kilos extra en forma de grasa.
mavr