Tras el nacimiento de una niña o un niño, es recomendable realizarle pruebas de tamizaje que permiten establecer si existen o no ciertos trastornos metabólicos, genéticos o padecimientos que pueden impactar el crecimiento y desarrollo de las y los bebés. Existen varios tipos de tamizajes como son los genéticos, neonatales, prenatales, auditivos, y visuales.
En el caso del tamiz auditivo, es posible conocer la calidad de audición, así lo explica Amanda Azpiri, directora de Escuchar es lo Máximo, y agrega que es una prueba sencilla, rápida, segura, que no causa dolor o molestia alguna a la o el bebé.
De acuerdo a la Secretaria de Salud, se calcula que en México cada año entre 2 mil y 6 mil niñas y niños presentan alguna condición relacionada a su capacidad auditiva. La experta de Escuchar es lo Máximo explica que, conocer la calidad de la audición durante la primera infancia es decir entre los 0 a 6 años de edad permite en caso de que exista alguna deficiencia, tener un pronóstico favorable y exitoso debido a que en ese periodo de vida la plasticidad cerebral promueve grandes logros en los tratamientos.
¿Qué es importante saber sobre el tamiz auditivo?
La hipoacusia o sordera es una condición que, a diferencia de otros tipos de discapacidad la familia puede tardar varios meses en notarla, por eso es fundamental que se aplique el tamiz auditivo neonatal en los primeros días de vida.
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Amanda Azpiri explica que, sin importar si hay o no factores de riesgo de que la niña o niño viva con alguna discapacidad auditiva es muy importante que las madres y padres soliciten la prueba desde el nacimiento, ya que el diagnóstico oportuno es la clave para evitar que esa condición limite su sano desarrollo y alcance una calidad de vida como el resto de las niñas y los niños.
¿Quién es el experto que valora la calidad auditiva?
Las y los profesionales de la audición son los audiólogos, que son quienes se encargan de diagnosticar posibles deficiencias auditivas y se especializan en su tratamiento.
Las y los profesionales de la audición tienen el conocimiento necesario para que, de acuerdo al grado de pérdida de audición, que puede ser leve, severa o profunda, establezcan el tratamiento o indique el uso de equipo auditivo adecuado.
El diagnóstico oportuno y la atención temprana de la hipoacusia puede garantizar que el niño o la niña pueda aprender a hablar y cuando crezca, a leer y a escribir. Además, de evitar tenga barreras cognitivas que dificulten su incorporación a la escuela y el acceso al conocimiento, así como a otras actividades propias de su edad a lo largo de su vida.
La especialista insiste en el sentido de urgencia que hay en la valorar la calidad auditiva desde los primeros días de vida ya que su diagnóstico temprano puede hacer la gran diferencia para su desarrollo presente y futuro. “Si los padres reciben una ratificación del resultado positivo, les pido que no se desanimen, si bien es cierto que pueden vivir un golpe emocional, también lo es que existen recursos tecnológicos que les darán un gran apoyo para el sano desarrollo de su hija o hijo; además, pueden acercarse a la organización Escuchar es lo Máximo para que reciban información, asesoría y acompañamiento”, concluye.