Cuando hablamos del Cine de Oro no podemos dejar de pensar en dos divas que marcaron la época, no sólo por su talento en la pantalla grande, también por su gran estilo para vestir pues derrocharon elegancia, nos referimos a María Félix y Dolores del Río, pero quién lucía mejor los vestidos de noche.
Dolores del Río es reconocida por ser la primera mexicana que triunfó en el cine de Hollywood durante las décadas de 1920 y de 1930, misma época en que llegó a ser considerada una de las mujeres más bellas, y también una de las mejores vestidas, pues siempre causaba impacto con su sofisticación.
María de los Ángeles Félix Güereña, nombre real de "La Doña", nació en Álamos, Sonora, el 8 de abril de 1914. Debutó en el cine con la película "El Peñón de las Ánimas", en la cual compartió créditos junto a Jorge Negrete, quien años después se convirtió en su tercer esposo.
María Félix, la diva que impuso moda
Félix se convirtió en una de las más cotizadas actrices del Cine de Oro, pero además de ser un referente en la pantalla grande, la actriz se ganó un lugar en el mundo de la moda, pues desde sus inicios mostró una gran elegancia y porte. Además, la diva en muchas ocasiones llevó prendas de reconocidos diseñadores, dejando ver sus costosos gustos.
En los eventos de gala o en las mismas películas que grabó, la actriz dejaba ver su gusto por el buen vestir, y en más de una ocasión derrocho glamur con un vestido de noche, prenda que sabía portar con mucho estilo, pues siempre fue una mujer elegante que combinaba su belleza con su personalidad de carácter fuerte.
Además, "La Doña", como fue apodada por uno de los personajes que interpretó, se caracterizó por poseer una hermosa silueta que era admirada por muchos por su pequeña cintura, zona de su anatomía que destacaba con los elegantes vestidos de corsé ajustado.
Dolores del Río, elegancia que conquistó el séptimo arte
María Dolores Asúnsolo y López Negrete de Martínez del Río, nació en Durango, el 3 de agosto de 1904. Su belleza llamó la atención del director estadounidense Edwin Carewe, que había realizado una visita de cortesía a la familia y se dice que quedó impresionado por la personalidad de la joven, por lo que la invitó a interpretar un pequeño papel en una película.
El gran éxito de la diva del cine la mantuvo en Estados Unidos desde 1925 hasta 1942, tiempo en el que trabajó en casi 30 películas y se convirtió en una de las figuras más reconocidas de la época dorada de Hollywood, años en los que las actrices se caracterizaban por su elegancia al vestir.
Dolores regresó a México en 1942, al comenzar a recibir papeles secundarios en el cine estadounidense y a su llegada obtuvo el papel protagónico del filme "Flor Silvestre", de Emilio Fernández, donde compartió créditos con Pedro Armendáriz. Posteriormente filmó "María Candelaria", en 1943, logrando así comenzar una exitosa carrera en su tierra natal.
Desde su regresó a su país natal la diva del Cine de Oro no dejó de llamar la atención, pues demostró que tenía un gran talento, y también un gusto muy exquisito cuando se trataba de moda, por lo que se le vio lucir los vestidos de noche más modernos y sofisticados.
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