Eduin Caz, líder y vocalista de Grupo Firme ha demostrado en varios momentos y en redes sociales que además de su carrera musical, también tiene un título que lo avala como Licenciado en Mercadotecnia por la Universidad Autónoma de Baja California, estudios con los que también ha desarrollado varias estrategias para su banda.
Una de las cosas en las que hizo uso de su aprendizaje en Mercadotecnia es en encontrar el nombre perfecto para Grupo Firme, pues quien eligió como se llamaría el conjunto con el que recién comenzaba en la escena fue el mismo público que los escuchaba en bares, cantinas y antros en Tijuana, Baja California, ciudad en la que su historia comenzó.
En una charla con Franco Escamilla, Eduin Caz contó parte de su desarrollo como profesional y la forma en la que hizo junto a sus compañeros, que Grupo Firme se convirtiera en uno de los conjuntos más famosos del momento, al grado de tener llenos totales en los estadios más importantes de México y Estados Unidos, pero también describió la forma en la que llegó y eligió “Grupo Firme”.
El cantante dijo que cuando estaban en los recintos en los que tocaban se tomaba un momento para ir a las mesas en donde había gente y hacer varias encuestas ahí con preguntas cerradas, les mostraba varias opciones a las personas y eligieron la manera en la que ahora se nombran.
“Andaba yo con mis hojitas como pendejo, porque así andaba, mientras la gente pisteando machín y yo ‘oye te puedo hacer una encuesta”, declaró el intérprete de temas como “El amor no fue pa’ mi” y “Ya supérame”.
Eduin Caz buscó un sinónimo de poder y de esa manera presentó varias propuestas a la gente, entre los nombres que eran una opción estaban Fortaleza, Firmeza y otros más, pero el ganador siempre fue Grupo Firme.
“Entonces dijeron Firme me gusta más y Firme arrasó en la encuesta y se quedó Grupo Firme”, confirmó.
La estrella grupera manifestó que fue algo muy difícil pues aunado a su trabajo como cantante también tuvo que cumplir con sus responsabilidades como estudiante, pues en ese momento aún no terminaba su licenciatura, trabajaba todo el fin de semana, salía a las cuatro de la mañana y a las ocho ya tenía que estar en la institución educativa para que los maestros no lo regañaran y no pensarán que no le ponía el mismo empeño que sus compañeros.
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