El pasado 21 de noviembre, uno de los máximos representantes de la trova dejó un hueco en la música hispana que no podrá llenarse jamás, sus melodías llenas de sentimiento y emotividad, albergaban un cúmulo de historias románticas que inspiraban a muchos y que hicieron que millones de personas se vistieran de luto por la muerte de Pablo Milanés, quien hoy es señalado de acoso sexual.
La historia no es propiamente actual, pero salió a relucir a raíz de la muerte del trovador cubano, tiempo en el que, posiblemente motivada de todas las ovaciones que estaba recibiendo por su trayectoria, una usuaria identificada en Twitter como María Fernanda Wray, decidió compartir un crudo testimonio acerca de cómo fue su experiencia con Pablo Milanés, a quien por un tiempo consideró un gran amigo, pero que la vida le demostraría que solo era uno más de los artistas que se escudan en la fachada de su fama para acosar a sus fans.
De acuerdo con el relato de la internauta, quien se presume es de nacionalidad ecuatoriana, fue durante una de las giras del trovador que ella tuvo contacto con él y con la banda de músicos que lo acompañaba, así como con su productor, Lázaro Gómez, con quien también desarrolló una amistad, ambos le dijeron que le ayudarían a gestionarle una beca de cine en Cuba, lo cual entusiasmó a la joven, quien en ese entonces a penas tenía 17 años, lo cual la motivó a asistir a una cita privada con Pablo Milanés tiempo después en su hotel.
Sin embargo, ella pensó que de ahí se dirigirían a algún restaurante a desayunar, pero las cosas no se dieron de esta manera, ya que desde el momento en el que llegó, todo comenzó a tener giros inesperados, pues el propio Lázaro Gómez le hizo hincapié en que debía de ser muy obediente con Pablo Milanés, quien era uno de los máximos representantes de la música de aquellos tiempos, lo cual a ella le empezó a dar mala espina.
"Me puse muy nerviosa. Pablo me pidió que me sentara junto a él, lo hice. Me preguntó como estaba. Empezamos a hablar de cualquier cosa. De repente, se abalanzó sobre mí. Era torpe, muy torpe. Intentó besarme. Me menoseó por segundos. No tenía fuerza física a pesar de ser un hombre robusto (Pablo siempre sufrió físicamente). En ese entonces tenía muy mal su cadera. Le costaba caminar y levantarse", relata María Fernanda Wray.
Tras esto, la entonces menor de edad detuvo en seco a Pablo Milanés, quien en ese entonces tenía 43 años y que debido a sus problemas físicos no pudo retener por mucho tiempo a la muchacha, quien presuntamente inundada en llanto salió del hotel, no sin antes ser reprochada por el productor Lázaro Gómez, quien le recriminó por no haber complacido al cantante del momento.
Esto fracturó la imagen que María Fernanda tenía de su ídolo e incluso llegó a sentirse culpable del sufrimiento de Pablo Milanés, aunque con el tiempo, el escuchar las canciones del trovador le causaba repulsión y aunque por años llevó el peso de una culpa injustificada, al final el movimiento #MeToo le ayudó a entender que: "Los grandes artistas de nuestro tiempo también acosan".
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