A casi 14 años de la terminación del manga de Fullmetal Alchemist y de su serie anime más fiel, Brotherhood, esta creación de Hiromu Arakawa sigue más vigente que nunca. Algunas editoriales como Panini o Ivrea siguen imprimiendo esta historia y plataformas como Crunchyroll la mantienen como una de sus favoritas entre los otakus o inclusive de personas que no están acostumbradas a la animación japonesa.
El motivo de esto es una narrativa sólida que va construyendo un universo complejo, personajes entrañables, muchísimo corazón, así como conceptos que además de místicos sostienen la filosofía entera que se da en los 108 capítulos que dejaron al filo del asiento a millones de personas en todo el mundo que esperaban su capítulo mensualmente durante los años 2001 y 2010.
El viaje en el que Alphonse y Edward Elric buscan recuperar sus cuerpos es entrañable en muchos sentidos, ya que hace que los espectadores se conmuevan, lloren, rían, se indignen, se emocionen o simplemente pasen un buen rato. Cientos de personas han analizado la forma en la que se escribió este manga para ver qué fue lo que lo hizo tan disruptivo y lo mantiene en la mente de sus fans.
Además de la originalidad, del ritmo pausado con el que se construyeron los elementos y la crudeza de las situaciones que había en el mundo de FMA, lo que destaca es que rompe con una de las reglas no escritas: el protagonista no tiene power ups, al menos no de la manera convencional.
¿Qué es un power up en el anime?
Si bien es un tanto incierto definir cuál fue el primer aumento de poder de un personaje a lo largo de su serie, uno de los recuerdos más longevos de un personaje mejorando sus habilidades puede darse con Astroboy de Ozamu Tezuka y las reparaciones a las que era sujeto para enfrentarse al mal.
Si bien esto no es equiparable a lo que se experimenta ahora con las escalas de poder y los personajes venciendo sus límites, podría considerarse una especie de proto power up. No fue sino hasta la década de los 80 cuando esta tendencia comenzó a tomar forma con series como Kinnikuman, Hokuto no Ken, Yu Yu Hakusho o el mismísimo Dragon Ball.
El power up comenzó a definirse prácticamente como un momento cumbre en la vida de los personajes en el cual se experimentaba una situación que hacía cambiar las habilidades e inclusive el aspecto del personaje. Generalmente se usó para dotar al protagonista de características que le permitían derrotar al villano en turno.
La forma más reconocible e icónica de esta condición se vio durante la batalla de Gokú contra Freezer por medio del supersaiyajin. Si bien el nieto de Gohan ya había demostrado anteriormente momentos similares como la toma del agua sagrada en el Templo Karin o el Kaio-ken que usó contra Vegeta, la transformación ocurrida en la batalla de Namek fue un parteaguas para toda la industria del shonen.
El power up: la técnica que se generalizó en el anime shonen
Este cambio en la forma de ver a los personajes no solamente sirvió para generar momentos clímax en las historias impresas, sino que además sirvió para revivir el interés de muchos fanáticos, al punto de que se convirtió en una de las técnicas más usadas para demostrar un antes y un después en la narrativa.
Esta técnica es tan efectivo que personajes como Ichigo Kurosaki en Bleach experimentan un incremento en la escala de poder en cada una de las sagas que protagonizan. Este esquema es tan planeado que inclusive los mangakas prevén que tomarán este elemento, inclusive antes de que sea necesario.
Por ejemplo se puede tomar Naruto, donde desde el primer capítulo se hace mención de que el protagonista lleva sellado dentro de su cuerpo a Kurama, el biju de las nueve colas. Si bien no se dice de entrada que el personaje hará uso de sus poderes, plantea la posibilidad para el autor de usarlo para establecer nuevas transformaciones y nuevas escalas de poder para el joven Uzumaki.
Para que haya un power up, no necesariamente tiene que haber un cambio de imagen, el ejemplo más claro de esto es Yu-Gi-Oh!, donde en su historia oficial (la saga de Orichalchos y la marca en la frente del círculo del mismo nombre no forman parte del canon) no hay un cambio físico en el personaje principal. Su aumento en cuanto habilidades se da por medio de la obtención de nuevas cartas y en el final (alerta de spoilers) por medio de la confianza máxima del faraón Atem en el corazón de las cartas para robar cualquier naipe que necesitara.
Fullmetal Alchemist: el anime del protagonista sin power ups
No hay reglas específicas de cómo se debe llegar a declarar algo como un power ups; sin embargo, estos incrementos de poder suelen estar ligados a situaciones que se encuentran después de la historia de origen del personaje. Por ejemplo, en la parte inicial de One-Punch Man se muestra a Saitama como el hombre más fuerte del universo.
Un solo de sus golpes destruye a cualquier villano sin esfuerzo. Pese a que hay flash backs que demuestran la forma en la que el protagonista entrenó para hacerse de un poder sin límites, esto no cuenta como un cambio, debido a que no muestra una mejora en las habilidades que se mostraron al inicio.
En el caso de Fullmetal Alchemist es una situación similar, debido a que en la primera viñeta se muestra el momento en el que Edward obtiene el poder con el que enfrenta todas las circunstancias que se le atraviesan, pero lo trata como un recuerdo tras el cual se muestra el presente de los Elric en la ciudad de Lior.
Edward Elric mantiene el mismo poder en Fullmetal Alchemist
Al llevar a cabo el tabú de la transmutación con la intención de regresar a su madre y tras su encuentro con la puerta de la verdad para salvar el alma de su hermano Alphonse y sellarla en una armadura, Edward Elrich obtiene el poder de poder realizar transmutaciones sin el círculo necesario para hacerlo.
Esto es tan poco habitual en su mundo que incluso es considerado para convertirse en un miembro de la milicia a la corta edad de 12 años de edad, lo que lo convierte en el alquimista estatal más joven de la historia.
En el anime de 2003, Edward utiliza el poder de la piedra filosofal, lo cual les permite realizar cualquier acto sin ningún tipo de consecuencias, lo cual puede considerarse como un power up a mayor escala, debido a que además de que con ella ganarían la posibilidad de vencer a cualquier enemigo, les permite establecer condiciones que los colocan encima de cualquier escala de poder.
Esto no ocurre de manera canónica, ya que la versión del manga (fuente original de la historia) y Brotherhood establecen que los Elric deciden no utilizar la piedra en ningún sentido por considerarlo una estrategia fuera de sus límites morales. Algunos podrán argumentar que cuando Edward trata de salir del cuerpo de Glutony (Gula) usa la energía de almas para salir e incluso recibe más poder por medio de las almas otorgadas por Envy (Envidia) para poder realizar la transmutación humana.
Sin embargo, esto no forma parte de un incremento de poder propio del personaje. No hay algo que lo cambie de manera física o que incremente sus habilidades. Es más, la técnica que usa es una de las que usó al inicio de la serie y no puede hacer uso de este poder en el futuro a conveniencia como una forma de acabar con algún villano sin ningún tipo de consecuencia.
Es decir, el personaje ocupó las herramientas que había a su disposición en el contexto en el que se encontraba para poder hacer algo que normalmente no haría. Contrario a lo que ocurriría en otras obras, donde se le dotaría la habilidad de llevar a cabo este acto de nueva cuenta e incluso volviéndolo un ataque especial o la fuente de este.
Ni en la batalla contra padre Ed Elric obtiene un nuevo poder en FMA
Otra de las batallas que pueden hacer pensar que pudo haber experimentado un incremento de poder se da en el caso de su enfrentamiento contra el homúnculo original, mejor conocido como Padre. En esta batalla el Alquimista de Acero se enfrenta con todas sus capacidades y justo cuando queda derrotado con su prótesis automail está destruida, Alphonse lleva a cabo una transmutación humana para devolverle el brazo a cambio de su alma.
Si bien se puede considerar que Ed obtiene un nuevo elemento que le permite pelear en igualdad de condiciones, el brazo es una parte original de su cuerpo. No puede contar como un power up porque aunque es su objetivo, no es una transformación, no es algo que aumente su poder.
Incluso, en algunas condiciones podría considerarse un decremento en cuanto a las habilidades que tenía al iniciar la serie, debido a que este elemento, debido a su composición, era usado para crear armas y cambiar de forma a conveniencia del personaje. Con un brazo humano, Edward Elric obtiene sensibilidad y se vuelve más vulnerable en batalla, por lo que no se puede considerar una mejora, sino un regreso parcial a su humanidad.
En el caso de la última acción del alquimista, aquella que termina con la pérdida de todas sus habilidades para transformar la materia, de nuevo se cuenta con una técnica que ya había llevado a cabo. Incluso, en esta ocasión lleva a cabo un círculo para llevarla a cabo y colocarse a sí mismo como el elemento a tributar en la transmutación humana.
¿Por qué es tan disruptivo que Edward Elric no tenga power ups en FMA?
Si bien este elemento permite a los autores poner al límite a sus personajes y llevarlos a un punto que les permite evolucionar y cumplir con sus metas, en muchos casos se convierte en algo que se lleva a cabo de manera superficial para recobrar el interés del lector.
Una de las mayores críticas que tenía Bleach en su tiempo de emisión era que Ichigo pasaba por distintas transformaciones e inclusive estas le eran "regaladas" de maneras que resultaban convenientes para avanzar la trama, pero sin justificación. Muestra de esto se da en el momento en que su padre le enseña a usar el Getsuga Tensho Final en el Dangai, un espacio que recuerda a la habitación del tiempo en Dragon Ball.
Esto ocasiona muchas veces que los autores deban crear sagas de entrenamiento que distraen al lector de la historia principal, a fin de poder justificar en medida de lo posible lo que ocurrirá después. Esto no significa que por el mero hecho de tener un incremento de poder una serie se arruine o deje de tener calidad.
En el caso de Hunter X Hunter, este aumento en las habilidades se da de manera paulatina y es bien explicada por medio de una lógica interna que sostiene estos cambios bajo reglas concretas. En el hemisferio contrario está Saint Seiya (Caballeros del Zodiaco), serie que tiene un fundamento del poder muy básico que consiste en que cada ser humano cuenta con un pequeño universo dentro de sí y que el saberlo explotar mejora sus cualidades físicas a puntos inimaginables cuando se requiera.
Sin embargo, el contar con un balance de poder como el de Fullmetal Alchemist permite no cambiar el rumbo de la historia de manera artificial y establece una lógica interna que coincide con la filosofía de toda la narrativa: no se puede obtener algo sin la antes entregar algo de un valor equivalente.
El que Edward tenga el mismo poder siempre y no tenga que hacer uso de transformaciones da pie a que se deban resolver las cosas de manera, por así decirlo, natural. En sus hazañas no hay más que creatividad para usar lo que ya se tiene, a fin de vencer los obstáculo.
Con esto, Hiromu Arakawa no solamente eliminó uno de los tropos más grandes de este tipo de historias, sino que además lo convirtió en un factor que además de darle más autenticidad a su narrativa, también la hace más creíble, ya que no hay elementos casuales, recuerdos o condiciones que doten mágicamente al personaje de algo que no tiene ya.
Sus problemas y su posterior lucha con un enemigo con la capacidad de vencer a los dioses deben resolverse con las herramientas que tiene al inicio de su camino y la única herramienta que tiene a su disposición es la ayuda de sus amigos, la creatividad para pensar fuera de la caja y el objetivo de recobrar el cuerpo de su hermano.
El valor de quitarle cualquier posibilidad de hacerse más fuerte de manera desproporcionada y que además rechace cualquier situación que lo lleve a estos puntos hace a Edward un personaje único en su tipo y fuente de una forma de construir un protagonista que aún hoy en día es difícil de ver y de replicar en el género.
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