En la última sesión que encabezó Reyes Rodríguez Mondragón como Presidente, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, determinó que si hubo violencia política de género en contra de la hoy, gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, por parte de la diputada federal del PRI, Melisa Vargas Camacho.
El tema provocó nuevas diferencias entre el titular saliente, y quien ocupará la presidencia de la Sala Superior a partir del uno de enero del 2024, la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso, quien estuvo en contra de la forma en que Rodríguez Mondragón manejaba las sesiones del pleno.
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El debate se dio por declaraciones hechas en una conferencia de medios durante el periodo de precampaña. “Hay una precandidata que ha decidido esconderse, no dialogar, no dar la cara; que depende de las decisiones de un grupo de hombre para poder hablar o sin autonomía, y desafortunadamente, por lo visto, sin capacidad para tomar decisiones propias”.
El proyecto hecho por la magistrada Janine Otalora, proponía revocar la determinación del Tribunal Electoral del Estado de México, al considerar que las expresiones realizadas forman parte de críticas hacia una precandidata vinculadas con su disponibilidad a participar en un debate dentro del proceso electoral en el que se evalúan las capacidades y actitudes de quien aspire a ocupar una gubernatura.
La propuesta señalaba que las expresiones no tuvieron por objeto o resultado menoscabar o anular los derechos político electorales de la entonces precandidata, y aunque existen afirmaciones que pueden ser problemáticas en términos de género, las mismas constituyen una provocación aceptable en el marco de una contienda electoral.
Al disertar sobre el tema, el presidente de la Sala Superior, Reyes Mondragón, defendió el proyecto y señaló que no existen en las aseveraciones supuesta violencia política de género, porque, aunque ya se determinó que las mujeres también pueden incurrir en este tipo de violencia, en esta ocasión no cumple con los parámetros definidos al respecto.
“En el caso concreto considero que no se actualiza la violencia política de género, porque, en primer lugar, quien emitió la crítica denunciada fue una mujer. A mi juicio esto es relevante porque se trató de una mujer criticando una actitud que es común dentro de un campo regido, comúnmente por hombres, el de la política y que implica asumir que los hombres son quienes están detrás de una mujer cuando encabeza un proyecto político, una plataforma electoral”, argumentó.
El tribunal local advirtió sobre violencia simbólica
La próxima presidenta del tribunal, Mónica Aralí Soto Fregoso, respondió a la postura del todavía presidente, Reyes Rodríguez, y dijo que a pesar de que es válido el “debate rijoso” en una contienda electoral, sí hay violencia política de género en las expresiones de la diputada federal priista, porque es utilizó uno de los estereotipos más recurrentes de la visión patriarcal del quehacer político.
“Se debe confirmar la sentencia impugnada, ya que, correctamente el tribunal local advirtió que la violencia simbólica se actualiza cuando las expresiones dadas en un contexto electoral buscan perpetuar la idea errónea de la subordinación de una mujer a partir del empleo de estereotipos que prejuzgan acerca de que aquellas que participan en política no son capaces de tomar sus propias decisiones. Cuestión que reafirma un sistema de dominación a partir de suponer que detrás de ellas, se encuentran hombres o gobierna por ella”, expuso.
En su oportunidad, el magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, indicó que la posición del Tribunal Electoral debe ser el de disuadir este tipo de conductas y no incentivar la participación con un impacto negativo en la imagen de precandidatas y candidatas, al sugerir que una mujer no es capaz de tomar sus propias decisiones, al requerir de la aprobación de los hombres.
Al final, el grupo encabezado por Soto Fregoso, y los magistrados Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Felipe de la Mata Pizaña, ratificaron la resolución del Tribunal mexiquense y confirmo que en las palabras de la diputada federal hubo violencia política de género.
srgc