Cultura

Especialistas mexicanos siguen la pista a un tzompantli, de 150 cráneos, en una cueva de Chiapas

En la Cueva de Comalapa fueron localizados los cráneos sin rastros de dentadura y con evidencia de que fueron decapitados entre el 900 y 1200 d. C

Especialistas mexicanos siguen la pista a un tzompantli, de 150 cráneos, en una cueva de Chiapas
La identificación de los restos inició hace una década cuando una denuncia alertó a las autoridades de Chiapas Foto: Especial

El hallazgo de unos 150 cráneos correspondientes a individuos que fueron decapitados entre el 900 y 1200 d. C., y que presentan modificaciones craneales, hacen suponer a especialistas mexicanos la existencia de un altar de cráneos o tzompantli en la Cueva de Comalapa, de la localidad de Carrizal, en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas.

“Aún no tenemos el cálculo exacto de cuántos hay, dado que algunos están muy fragmentados, pero hasta el momento podemos hablar de aproximadamente 150 cráneos”, señaló el antropólogo físico Javier Montes de Paz, investigador del Centro INAH Chiapas.

La evidencia de vestigios de varas de madera alineadas en la zona, reafirman la hipótesis del tzompantli, aun cuando los cráneos no presentan perforaciones en los parietales y temporales –como los del Huei tzompantli de Tenochtitlan–, ya que algunos altares de este tipo usaban estructuras para fijar los cráneos sin llegar a perforarlos.

Foto: Especial 

La identificación de los restos inició hace una década cuando una denuncia alertó a las autoridades de Chiapas sobre la presencia de restos humanos en la cueva de Carrizal, creyendo estar ante el escenario de un crimen; sin embargo, el estudio de las osamentas determinó su origen prehispánico.

Si bien también se han identificado huesos largos de fémures, tibias o radios, hasta ahora no se ha reconocido un solo entierro completo sino mayormente cráneos o fragmentos de estos, por lo cual se trata de un contexto de numerosos individuos que fueron decapitados.

“Hemos reconocido los restos óseos de tres infantes, pero en su mayoría los huesos son de adultos y, hasta ahora, son más de mujeres que de hombres”, apuntó el investigador. Una característica común de los cráneos es que ninguno conserva los dientes.

Aunque todavía no se ha establecido si las piezas dentarias les fueron extraídas en vida o post mortem, los expertos reconocen precedentes de este tipo en Chiapas: la Cueva de las Banquetas, explorada en la década de 1980 por el INAH en el municipio de La Trinitaria, donde se recuperaron 124 cráneos que tampoco preservaban piezas dentales.

Otro caso es la Cueva Tapesco del Diablo, descubierta en 1993 por exploradores mexicanos y franceses en el municipio de Ocozocoautla. Ahí se descubrieron cinco cráneos con la particularidad de haber sido colocados sobre un tapesco (emparrillado) de madera.

El antropólogo físico Javier Montes de Paz enfatizó la necesidad de continuar con las investigaciones en el conjunto, e inclusive realizar nuevas temporadas de campo en la Cueva de Comalapa.

dhfm

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