CÚPULA

La Anahuacalli de Diego: Permanencia de la transformación

En la conmemoración de su aniversario y en lo que queda del 2021, el museo abre sus nuevos espacios culturales

CULTURA

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VISTA GENERAL. Museo Anahuacalli. Foto: Christian Klugmann, 2018. Cortesía del Museo Diego Rivera Anahuacalli.Créditos: Cortesía del Museo Diego Rivera Anahuacalli.

La ANAHUAC-CALLI —casa de Anáhuac— es el soberbio edificio íntegramente de piedra labrada, diseñado y construido por el gran pintor mexicano Diego Rivera, para alojar las dos mil piezas mejores de su colección arqueológica.

Carlos Pellicer, 1964

Pareciera que el poeta, escenógrafo y museógrafo Carlos Pellicer (Tabasco, 1897-CDMX, 1977) definía museos como nadie más sabía hacerlo. Esta fue parte del texto para la inauguración del recinto, el 18 de septiembre de 1964. 60 años después, sigue siendo una de las mejores descripciones que se pueden leer respecto a este templo de las artes, tan único como sorprendente.

Como buen artista y hombre de letras, Pellicer se adelanta en términos del actualmente cuestionado lenguaje inclusivo, determinando que el artículo para designar a la gran obra arquitectónica de Rivera debe ser femenino. Probablemente, esto se debe a que el vocablo náhuatl Anáhuac quiere decir “lugar cerca del agua” y calli, es casa. La Anahuacalli entonces es la Casa cerca del Agua. No obstante, ¿por qué será que, en general, le llamamos “el” Anahuacalli? ¿Por percepción fonética, porque en algún momento alguien así lo dijo, porque es el legado arquitectónico del maestro Rivera…?

Sea cual sea la razón, lo cierto es que este recinto goza de una calidad multidimensional y de una complejidad tal, que no es sino reflejo del vasto intelecto de su creador. Por esto, designaciones femeninas, masculinas e híbridas igualmente le corresponden, y cualidades aparentemente disímiles, le calzan perfectamente.

RECINTO DE PIEDRA. Museo Anahuacalli. Foto: Christian Klugmann, 2016. Cortesía del Museo Diego Rivera Anahuacalli.

En los tiempos de la creación de la Anahuacalli, la hija arquitecta del muralista, Ruth Rivera (Ciudad de México, 1927-1969), manifestó que, conectada al edificio principal, el muralista proyectó la Ciudad de las Artes: un espacio multidisciplinario para fomentar la apreciación y desarrollo de la arquitectura, la pintura y la escultura, así como de aquellas disciplinas, que, de acuerdo a las palabras de Ruth: “Hoy suelen denominarse artes decorativas o artesanías, y que él (Rivera) consideraba igualmente importantes e imprescindibles”. También destacó que “la poesía, la danza, la música, (…) serían motivo de igual dedicación”.

Hoy, junto con la conmemoración de su aniversario y durante todo lo que queda del presente año, la Anahuacalli abre sus nuevos espacios culturales, recién construidos, y los pone a disposición de la sociedad. A lo largo de 2 mil 300 metros cuadrados estos lugares fueron diseñados y edificados en el contexto del proyecto Remodelación, Ampliación y Construcción de Espacios del Museo Anahuacalli, el cual encontró su inspiración en la Ciudad de las Artes planeada por Rivera y tan bien comprendida por su hija Ruth.

La arquitectura estuvo a cargo del despacho de Mauricio Rocha Iturbide. El diseño integra la topografía y vegetación volcánica, tan propia del ecosistema del Pedregal, al conjunto de innovadores espacios, entre los cuales destacan:  el salón denominado  Danza y Movimiento, fantásticamente equipado para estos efectos;  un mirador, que ofrece una vista perfecta al edificio principal de la Anahuacalli; la Plazuela Ruth, al aire libre, ideal para actividades culturales de todo tipo; los foros Piedra, Máquinas y Lola, conectados con la morfología de la lava; los espacios Cubo, Creación y Experimentación, con una arquitectura minimalista que los habilita para ser ocupados en actividades artísticas variadas, la Bodega de O’ Gorman, con un diseño tan moderno como funcional; la Biblioteca Sapo Rana, que fue ingeniosamente remodelada y los patios Las Piedras, Palo Loco, Helechos y Las Moras, que facilitan la percepción de la hermosa naturaleza que rodea al recinto, así como del Espacio Ecológico del Museo.

Para activar la nueva obra, el equipo liderado por María Teresa Moya organizó un programa de actividades presenciales y digitales que en septiembre estuvo dedicado a la arquitectura. Durante el presente mes comprenderá una conferencia respecto al rol de las mujeres en la Anahuacalli, a realizarse el 7 de octubre, así como talleres de dibujo, ecología, medicina tradicional y fotografía, más la inauguración de la monumental Ofrenda de Muertos. Además, el recinto será escenario del Festival del Cacao; del 30 de octubre al 2 de noviembre, del Festival de Arte Sonoro; que empieza el 11 de noviembre incluyendo, durante un mes, conciertos, instalaciones y performances de alta calidad y del Festival de la Tierra, dedicado a las creaciones en cerámica, el 4 y 5 de diciembre.

De esta manera, la Anahuacalli, en cada nuevo desafío, se acerca a lo que quiso su fundador para su última magnificente creación. Al respecto, María Teresa Moya manifiesta: “El legado que nos dejó Diego Rivera en este museo es muy grande e involucra vincularnos día con día y cada vez más con la comunidad. Para esto, generamos la que es, a mi juicio, la obra de infraestructura cultural más interesante que se ha hecho en los últimos 20 años en la República Mexicana. Todo el mundo debe venir a sentir el diálogo arquitectónico que se logró entre los nuevos espacios y el Anahuacalli de Diego”.

Los invitamos a que se conecten a las redes sociales del Museo Anahuacalli y elijan las actividades de su interés, y así, habitar juntos este maravilloso lugar.

Museo Diego Rivera Anahuacalli

Calle Museo 150, San Pablo Tepetlapa, Coyoacán, CDMX. Informes: (52) 55 5617 4310. Estación Xotepingo del tren ligero.  Abierto de martes a domingo de 11:00 a 18:00 horas. Estacionamiento gratuito. Los invitamos a que se conecten a las redes sociales del Museo Anahuacalli y elijan las actividades de su interés, y así, habitar juntos este maravilloso lugar.

Por Ximena Jordán

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