Columna invitada

Aranceles: Incertidumbre y certeza

Después de dos meses de gobierno que parecen dos años, en materia de aranceles existen muchas dudas y pocas certezas en el panorama económico mundial

Aranceles: Incertidumbre y certeza
Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, una palabra domina en los medios de comunicación, en la conversación pública y en el sentimiento de las redes sociales: aranceles, la palabra más bella del mundo según el mandatario estadounidense.

Después de dos meses de gobierno que parecen dos años, en materia de aranceles existen muchas dudas y pocas certezas en el panorama económico mundial. La comunidad internacional espera que el horizonte se aclare el 2 de abril, claro, si no es que al señor naranja se le ocurre otra cosa. Hay dos hechos que resultan inobjetables: el primero, que Trump desató una guerra comercial de Estados Unidos con el mundo; el segundo, que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte llegó a su fin.

Si esto es así, emergen dos preguntas que no debemos tardar mucho en responder: ¿en la guerra comercial, en qué bando se debe alinear México, del lado de Estados Unidos o del resto del mundo? ¿Si el T-MEC murió, cuál debe ser la relación comercial con Estados Unidos?

Entre los jefes de gobierno y jefes de Estado de la comunidad internacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, es quien, hasta el momento, parece haberle agarrado mejor el modo a Donald Trump. La estrategia Kalimán: serenidad y paciencia.

Es correcto y pertinente esperar al 3 de abril para dar una respuesta integral al paquete de aranceles que, al menos por los próximos tres años y medio, tendrá que sortear nuestro país. A México no le conviene una guerra comercial con Estados Unidos; así que se descarta casi cualquier arancel mexicano a productos estadounidenses.

En el mejor de los escenarios, México obtendría un trato preferencial en los aranceles, algo poco viable en estos momentos pero que no puede descartarse; en el peor, todos los productos mexicanos que ingresen a Estados Unidos pagarían un 25?% de aranceles. Hay que tener claro que, aun en el peor escenario, algunos productos mexicanos seguirían siendo más competitivos que si se produjeran en territorio estadounidense. Un simple dato: el pago por hora de un trabajador especializado en la rama automotriz, en Estados Unidos, es hasta siete veces mayor que lo que recibe su equivalente en México.

Un escenario intermedio y realista es que México logre negociar que se respete el T-MEC al menos con nuestro país. Esto significaría que los productos, en el marco del tratado, tengan un componente regional del 75?%; es decir, que solo se les aplicaría un arancel correspondiente a esa proporción, que sería alrededor del 5?%.

Trump quiere que las empresas regresen a EE.?UU. El problema es que las grandes empresas no pueden trasladarse de un día a otro, sin ninguna certeza de que el proteccionismo continúe después de Trump.

Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO

@ONELORTIZ

MAAZ

 

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