Para el prospecto mexicano Gustavo Rivera-Río, un tropiezo no define su carrera y en su primer derrota ve la oportunidad de mejora a largo plazo que lo ayude a recuperar el camino.
La noche del viernes, en Houston, enfrentó a Alexander Espinoza, un nicaragüense que lo aventajaba con 20 peleas más de experiencia, y aunque El Dorado Rivera-Río logró levantarse de la lona para seguir peleando, la pelea fue tan cerrada que terminó inclinándose por el centroamericano.
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"Decidí tomar un gran paso en mi carrera, decidí enfrentar a un peleador más experimentado. Fue mi decisión, quería un debut en Estados Unidos extraordinario, tomo lo mejor para el futuro y me servirá de gran experiencia", dijo en entrevista con El Heraldo de México, el peleador de 21 años de edad.
Faltó poco para la victoria contra Alexander Espinoza
Rivera-Río dio una pelea emocionante -con el jab y ganchos en las zonas blandas hizo daño- pero a ojos de los jueces el mexicano debió hacer un poco más. Sin embargo, lo que mostró el mexicano lo hizo resaltar en una velada que encabezó Andreas Katzourakis con su triunfo sobre Kudratillo Abdukakhorov.
"Aprendí que no todo es el nocaut y la pegada, no todos son fáciles de noquear. El nica tuvo un aguante extraordinario, aunque estuve cerca de conseguirlo", abundó.
Ahora, con un récord de 9-1 con 7 nocauts, Gustavo tomará un tiempo de descanso antes de comenzar a planear su regreso y volver al gimnasio.
"No puedo desmotivarme, eso no hace un verdadero campeón. Son días complicados, los primeros después de la pelea, pero algo bueno tendrá que salir de esta experiencia", finalizó.
El capitalino Rivera-Río trabaja junto al manejador Shelly Finkel y bajo las órdenes del entrenador Ronnie Shields y espera volver a la senda del triunfo tan pronto como sea posible.
DRV
